miércoles, 29 de septiembre de 2010

Picapedrero

La estrepitosa derrota
de Chávez

De otro modo, no podemos calificar los resultados de las elecciones parlamentarias del 26S, para el chavismo, pero también para la “elite política” independientemente de los resultados, lo que resulta vergonzosa para la democracia, que sus generaciones de relevo sean sus sepultureros, unos por acción y otros por omisión. Nunca antes en Venezuela, hubo una generación hemipléjica, cabalguista, apática y oportunista como la que trascendió, después de la primera presidencia de Rafael Caldera (1969-1974) a pesar que, bajo la primera también, de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) se creara la Fundación de Becas "Gran Mariscal de Ayacucho" con miras a formar profesionales en distintas universidades del mundo, en procura de calidad dirigencial. En esta oportunidad, fue la imposición, la gran electora, lo que indica la necesidad de formar ciudadano y dirigentes para la democracia cuya fuente es su juventud

Generación victoriosa, lo fue, la pre y pos independentista. Los Gual y España, los Bolívar, Bellos, Rocío y la de 1928 y 1958 esta última integrada por los jóvenes de Acción Democrática y el partido Comunista, que se inmolarían en la guerrilla, a imagen y semejanza de Fidel Castro, derrotados después y fortificada la democracia, la vida política si hizo rutinaria, pero a su vez, el negocio redondo de una elite de políticos corrompidos y de algunos empresarios de distintos sectores, para quienes el Estado petrolero les deparara inmensas oportunidades de enriquecimientos ilícitos. El debate político fue secundario, su escenario el Congreso de la República, donde se escuchaban las voces de los Uslar Pietri, Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios, Piñerúa Ordaz, Álvarez Paz, Eduardo Fernández, Rodríguez Iturbe, Moisés Moleiro, Petkoff, por citar al voleo, a quienes escuche con atención sus observaciones, critica, reflexiones, verdades, o advertencia sobre el estado de salud de la democracia, pero nada de ello llegaba al pueblo, menos a la dirigencia partidista corrompida a sus niveles medios y cuyos militantes se fueron acostumbrando solo a escuchar. Las dos grandes experiencias de ello, fue el “maletinazo” de Miraflores en esa primera presidencia de Caldera, que le arrebató la candidatura presidencial al doctor Luis herrera Campins y luego, el secuestro que de Acción Democrática hiciera Luis Alfaro Ucero, todo lo cual alimentó, al golpismo militarista de Hugo Chávez, con un proyecto de esperanza que retrocedió al país al siglo XIX y la más grande malversación de valores y de recursos no renovables.

Once años han sido suficientes para ver el desastre y sus consecuencias, pero en cuyo tiempo, las organizaciones políticas no se han dedicado al inventario programático para reencontrarse con los ciudadanos que les perdió confianza y del que abusan su obstinación frente a Chávez, sin ofrecerles alternativas confiables de gobierno y políticas sociales que satisfagan a los más necesitados. En ese ritornello, hemos sido llevados a consultas electorales y la no menos importante fue, la del 26S, con la elección de la Asamblea Nacional cuyos resultados les fueron favorables y le brinda una oportunidad de oro a los partidos y otra más, al rescate de la credibilidad. Se fueron las focas del parlamento venezolano, como identificó el pueblo, a esos diputados levanta manos, sordos y ciegos que solo esperaban ordenes de Miraflores y con ellos un proyecto político, autocrático, militarista y corrompido, que deberá ser desmontados constitucionalmente.

Ahora, ¿Quién realmente es, el derrotado y el triunfador? Sin duda que, el presidente Hugo Chávez y de “estrepitosa” calificamos esa derrota, mientras que el triunfador es la oposición que no tenía nada, lo que fortalece a la democracia y le augura nuevos bríos, si saben administrar con inteligencia, la voluntad otorgada en sus diputados electos, ello estará por verse, porque si algo debemos tener claro, es que con la jornada del 26S, no termina la pesadilla. Al momento de escribir este Picapedrero, no hemos oído, hoy si, una anhelada cadena presidencial que desahogue a Chávez, convencidos sí, que su última visita a la Habana fue, para escuchar la recomendación de que “reconociera los resultados” porque Fidel si olfateó, lo que podría ocurrir ¡Gracias Fidel! Decíamos que con los resultados del 26S, comienza otra etapa política, la de legislar, controlar y fiscalizar al Poder Público y designar un nuevo CNE, Poder Ciudadano y ¡ay! el Tribunal Supremo de Justicia, que no me vengan con el cuento del “negoceo”, queremos transparencia y luego, es urgente la redefinición de los partidos una vez que se conozca la muerte súbita de muchos de ellos y de quienes tienen ya, carta de despido. Que Dios les dé, descanso eterno.

Estrepitosa derrota hubo en Lara, en la persona del gobernador Henry Falcón su propia opinión, es necesaria conocerla. Luego, los resultados circuitales deberán analizarse y hay que reconocer el liderazgo de Alfredo Ramos, se había ganado su diputación, con lo cual, era de esperarse su elección y el ex gobernador Luis Reyes Reyes, es sin duda el líder del PSUV en Lara, con lo cual, deberemos enfrentar en los próximos retos que se planteen

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