miércoles, 26 de mayo de 2010

Picapedrero

El delito de decisión jurídica
(Caso Afiuni)

La “Libertad, Igualdad y Justicia”, no solo son de naturaleza divina, sino constituyen los pilares de la civilización. De allí que, las Ciencias Jurídicas las calificaron en el orden de, “Derecho natural y positivo” para su desarrollo en la normativa convencional a cada sociedad, siempre y cuando, no se transgredieran aquellos principios. La política, vino hacer subsidiaria, en la interpretación a las aspiraciones humanas, a través de sus luchas en el tiempo, para alcanzar el bienestar del que nos hablaron los profetas, Platón, Jesús y nuestro Simón Bolívar a los fines de “la mayor suma de felicidad posible”

Tras los ideales de “Libertad, Igualdad y Libertad”, los venezolanos llevamos 200 años tratando del alcanzarlos y siempre han sido militares corrompidos el obstáculo para su pleno desarrollo, pero a decir verdad nadie se había atrevido a sentirse administrador y dispensador de la Libertad, igualdad y justicia, como el teniente coronel Hugo Chávez, convencido de una omnipresencia gracias a la corrupción – no existe otra manera – por lo que ha logrado imponerse a la base de la fragilidad ética de una buena porción de venezolanos, bajo la premisa de “dar a cada quien lo suyo”, por la vía de la corrupción, de allí los emblemáticos corruptos del régimen, inmunizados a todo tipo de investigación: La familia presidencial, una casta militar de general y sargentos ,los Rangel, Diosdados y Barreto en la categoría “A” y en la “C” el asalariado enfranelados, para ahorrar cada estamento que se pudiera ejemplarizar con nombres y apellidos en una larga lista.

Sobre esos particulares, la Justicia verdadera arma de la civilidad, le es apetecible a Chávez, porque desde allí acusa, usa y perdona, a los fines inconfesables de los psicópata del poder y la historia será inclemente con esos magistrados designados, con el visto bueno de Hugo Chávez y el voto del partido del pueblo, que fundara Rómulo Betancourt, a cambio --piense en .cualquier cosa – hasta capturar sus voluntad, con la expresión ¡Plastas! y la sumisión ¡Uh ah .Uh ah! Chávez no se va! Tribunal Supremo que, la Mesa Democrática, por encima de las mejores intenciones de algunos de sus integrantes, no se atreve a decir que haría con él, de obtenerse una mayoría parlamentaria, a extremos que, en Lara son candidatos los dos negociadores de la entrega política, jurídica y ética del Sistema Judicial venezolano. Víctima de aquella negociación lo es, la jueza María Lourdes Afiuni, encarcelada, sin formulas de juicio por haber ejercido la atribución juzgar en libertad a un banquero acusado no de un delitos, pongámoslo, de diez mil, pero cuya condena no alcanzaría la perpetuidad, abolida en Venezuela como signo de civilidad y triunfo de la guerra Federal, pero impuesta por el omnipresente Chávez con la orden: “métanmele 30 años”.

El milenario Código de Hammurabi estableció: “Si un juez ha juzgado una causa, pronunciando sentencia y depositado el documento sellado, si a continuación, cambia su decisión, se le probará que el juez cambia la sentencia que había dictado y pagará hasta doce veces la cuantía de lo que motivó la causa. Además públicamente, se le hará levantar de su asiento de justicia y no volverá más. Nunca más podrá sentarse en un proceso.” La Biblia dice: “Oíd los pleitos entre vuestros hermanos y juzgad justamente entre un hombre y su hermano o el forastero que está con él” y la expresión “Sedeq, justicia es el bien. Sedaqah es liberar al oprimido reivindicar y Mishpat es la regla, el proceso”. El Código chavista de la Ética de sus jueces” establece el, procedimiento para juzgarles, causales de destitución y sentencia, todo lo cual se ha obviado, para cumplir la orden del “omnipresente”.

Precisemos ahora, dos cuestiones: Primero ¿Por qué, la jueza Afiuni consideró que a Enrique Cedeño debía ser juzgado en libertad? medida que nos extrañó y no dudamos en pensar que, había sido comprada en dólares, por lo cual había que investigarse y hasta aquí, todo bien. Lo segundo, está en la ley pero aún, abusando del poder, para demostrar celo ético, en la administración de justicia del que carece Chávez, lo inexplicable es que, un sujeto extraño a la autonomía judicial dispongan de “30 años” de prisión que nunca ha sido aplicada en Venezuela, al más aborrecible delincuente. Amedrentándose a fiscales y jueces indeseables, bozaleados, cuyas conductas deberán ser revisada, a la luz del principio gastronómico…lo que es igual para el pavo, es igual para la pava” (si no se molestan los negociadores de la Mesa Democrática)

Lo ocurrido con la jueza Afiuni, es inédito en la jurisprudencia procesal, como lo fue, la medida dictada por un juez, al potencial criminal “Inca” Valero, solo por llevar tatuado en su pecho la imagen de Chávez. La jueza Afiuni, es una presa de Chávez y de sus tripas, por lo cual la violación a los Derechos Humanos y al “Debido Proceso” instituido en la CRBV y suscritos en Tratados que exigen reivindicaciones constitucionales, jurídicas y éticas por daños causados y son, de responsabilidad individual y colectivas, en la persona de Chávez, y en sus ejecutores, porque todo ello no está a derecho, sino a capricho, que desde el Código de Hammurabi hasta hoy, no existe.

Ahora, ¿Hasta dónde, la jueza Afiuni tendrá solidaridad? He aquí, e l”To be, or not to be: that is the question,” como dijera Shakespeare. El caso Afiuni, devela la podredumbre del Sistema Judicial en nuestra democracia, ya agónica. Ningún gobierno ha querido un Poder Judicial autónomo, con las excepciones de muchos jueces dignos y se quedan cortas, las “tribus judiciales” o el “terrorismo judicial”. ¿Hasta cuándo, el Ministerio Público va a dejar de ser apéndice del gobierno de turno? Nada de lo anterior tiene respuesta y es urgente darlas, porque a Chávez y a los responsables de sus tropelías, militares y civiles habrá que juzgarlos en libertad, dentro del esquema del debido proceso, para establecer responsabilidades civiles, penales, militares administrativas y disciplinarias.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Picapedrero

Álvarez Paz y
“una ulcerada venganza”


En la Venezuela republicana, el ejercicio de la política ha estado sesgado por cierto “canibalismo”. Basta con citar el trato a la disidencia tan natural y dinámico, enriquecedora de las ideas, pero ¡ay! de quien le alce la voz a un déspota, para que se le intimide y persiga, constituyendo una tipología dentro de los llamados “Delitos Políticos”, donde está presupuestada la libertad de expresión y de pensamiento, siempre triunfantes a pesar de las voluntades autoritarias en todo tiempo.

En Venezuela, es pionero en el estudio de los Delitos Políticos, Lisandro Alvarado con su ensayo “Delitos Políticos en Venezuela” publicado en la revista “El Cojo Ilustrado” el año 1895 y reeditado en ediciones del rectorado de la Universidad que lleva su nombre (2008). En dicho ensayo, Alvarado se fundamenta en una cita de Blaise Pascal que define la severidad en los delitos políticos que responden a inquietudes sociales: “Tres grados de elevación del polo – sostiene -- transforman toda jurisprudencia. Un meridiano decide la verdad, en pocos años de posesión cambian las leyes fundamentales, el derecho tiene sus épocas”. La precedente cita, viene como anillo al dedo en la justicia chavista, copia al carbón de la nazista y remitámonos, al beneficio que mantuvo en libertad a un asesino en potencia, como el “Inca” Valero, que llevaba en su pecho el rostro de Hugo Chávez, como especie de patente de corso y la detención de María Lourdes Afiuni y Oswaldo Álvarez Paz, que nos remite a otro ensayo de Lisandro Alvarado. “Neurosis de hombres celebres” donde da cuenta, de un tipo de locura en ciertos personajes, como el famoso sabio Juan Manuel Cajigal, cuya” meningoperiencefalitis difusa” le produjo “deliro de persecuciones” y una “monomanía” que le hacía ver intenciones de asesinarle.

El delito político, sin duda tiene que ser sancionado para la estabilidad del Estado y seguridad de los ciudadanos, en ello no hay duda y la rebelión, conspiración, extremismo, tienen que ser penalizados y aún con ello, Lisandro Alvarado sostiene que no debe haber “severidad en las penas” y menos “ulcerada venganza” en algunos delitos políticos, citando por ejemplo, el decreto de “Guerra a Muerte” de Bolívar, el año de 1813, el asalto al Congreso, el 24 de enero de 1848, ordenado por José Gregorio Monagas y su reguero de muertos y en el siglo XX, el fusilamiento de Antonio Paredes dispuesto por Cipriano Castro con la subliminal expresión: …”la culebra se mata por la cabeza”.

Francesco Carrara, es autor de la “Teoría Histórica del Delito Político” y define al protagonista del mismo, como un sujeto que: “se deja conducir por un idealismo inflamado por un argumento de amor patriótico y sobre él actúan un conjunto e circunstancias que expresan un estado subjetivo, ordinariamente en un sentido de afirmación más que de negación”. Argumento por cierto, utilizado por Fidel Castro, en su célebre defensa, que concluyera con la expresión: “La historia me absolverá”. Pues bien, Chávez Frías encuadró en aquel concepto y el sobreseimiento de su causa, tuvo en su momento una justificación, en cuanto al delito de conspiración y sus argumentos, pero de ello conocen algunos conspiradores y esperan la clemencia que, nunca aceptó un Nelson Mandela, veinticinco años preso por la libertad de su pueblo. De allí que, se criminalizara la libertad de expresión y de pensamiento como delito, porque no hay cosa que irrite más a un tirano, que enrostrarle las verdades en su cara, porque les delata sus tropelías, que somatizan su cobardía y ese es el caso de Hugo Chávez Frías por ejemplo, cuando se trasformó ante la periodista Adriana Núñez, que respetuosamente le formuló unas preguntas para las que no tenia respuesta. Por eso, Chávez escoge a sus adversarios, porque les conoce y les tiene siempre en la manga una carta que sabe muy bien manejar, por ello, la justificación en tener preso a un Carlos Ortega, al general Francisco Usón, la jueza María Lourdes Afiuni o a Oswaldo Álvarez Paz, un “avis rara” de la política venezolana, que no es un opinador de oficio, cazador de programas de radio o televisión o un político del montón, vacio y negociador y quien advirtiera en un programa, acerca de la inseguridad en que se encuentra Venezuela, cercada por actividades de la guerrilla narcotraficante de Colombia y los extremista españoles del grupo ETA, plenamente identificados por organismo de inteligencia internacional y peor aún, señalado por un juez español que sigue una causa en su país que para esclarecerla, requiere de la colaboración del gobierno de Venezuela el cual sospechosamente se niega. ¿Acaso, fue mentira, lo dicho por Álvarez paz? Precisamente por no serlo y el eco, que ello tuvo, removió los intestinos de Chávez.

Oswaldo Álvarez está físicamente en libertad, pero es un preso de conciencia, tiene amordazado su pensamiento, lo más aborrecible e indigno para un ser humano. Su delito es pensar y expresar y ello incomoda al déspota. El primer delito de opinión en Venezuela fue, el de Manuel Gual y José María España, por divulgar la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” el año de 1797, por lo cual fueron muertos y descuartizados. Para 1848, sería Antonio Leocadio Guzmán quien combatía “con el leguaje de la razón” y en cada caso, siempre ordenado por tiranos, de manera que no es nueva la mordaza despreciada en una Oda de Mario Benedetti: / No creo en vos mordaza/ pero voy a decirte por qué no creo/porque mordaza/ sos muchísimo más que un trapo sucio/ con gusto a boca libre y a puteada/ sos la ley malviviente del sistema/ sos la flor bien muriente de la infamia/

Oswaldo Álvarez Paz, es un preso del capricho de Chávez, con “ulcerada venganza” que sus propios abogados no encontraban elementos para juzgarlo ante un tribunal “Canguro” y da vergüenza jurídica de ello y alegremente se le imputa sin asideros, por: “ir contra la seguridad de la nación, contra el honor del pueblo y su presidente” ¿Cuál seguridad? Si está en manos de mercenarios cubano. ¿Cuál honor? ¿De un pueblo, al que se le obliga a vestirse de rojo, asistir a marchas y pagarles con miseria, comprándoles sus conciencias y disponiendo de inmunidades jurídica para la corrupción? ¿Y cual honor presidencial, de quien insulta y veja a seres humanos, incluyendo a sus amigos o allegados, dándoles” esta noche, lo suyo”?

miércoles, 12 de mayo de 2010

Picapedrero

No es más de lo mismo
es peor de lo mismo

Al economista Éibar Giménez

Admitámoslo, a 200 años de vida republicana, solo la generación política libertadora y la democrática de 1928, pueden calificarse de constructores de la nación. La precedente de la primera fue militarista y rapiña, la que siguió a la otra, corrupta, oportunista, frívola, sin ideales, por supuesto con sus excepciones pero con el agravante, de las decepciones, frustraciones y apatía en los jóvenes, utilizados cuando les conviene, como a las mujeres y sacrificados, a la hora de imponerse los intereses políticos y económicos de una dirigencia que no termina de entender su agotamiento, pretendiendo renacer, sobre el descontento de una gangrena chavista, sedienta de odios y dólares. Esta es la gran tragedia de Venezuela, a extremos que sus ciudadanos, esos a quienes les duele esa realidad, claman en las calles que salgamos de ello con ¡cualquiera! desespero que algunos políticos mal interpretan, aprovechándose entonces, para anteponer a los interés colectivos, los individuales,

La precedente consideración no es original, ando en la calle y paso horas con estudiante, que más o menos, perciben lo antes planteado y las fracasadas, pero celebradas elecciones primarias en la oposición y el partido de gobierno PSUV, corroboran como una clase política y sus clientela imponen a sus hombres (las mujeres, fueron excluidas) como candidatos a la Asamblea Nacional y que de analizarlos, arribamos a la conclusión que “No es más de lo mismo, es peor de lo mismo”. Y partamos de la premisa que a once años del chavismo, los históricos partidos, Acción Democrática y COPEI, no han podido recuperar la confianza de la ciudadanía, cuidando más, los inmuebles que les quedan, que el patrimonio de sus principios e ideales, regidos por el mismo autoritarismo y personalismo del criterio único que, barre cualquier disidencia, es decir, la descentralización que se reclama de la boca para fuera, es inadmisible adentro, la alternabilidad que se le exige a Chávez, no es validad para mí y la problemática nacional se hace invisible en el gobierno por su ineficacia e incapacidad ¡ah! pero en la oposición porque – eso no está planteado – es la común respuesta. Y si nos remitimos al chavismo la cosa es como para coger palco, además de la copia al carbón de la oposición, el terror predomina para el carguito, contratico, bequita, que les quita la condición de ciudadanos por la de “borregos”.

Aquella triste realidad se manifiesta, en lo que disponga el teniente coronel presidente, Hugo Chávez Frías en el PSUV y en la oposición, a través del “cogollo” de una Mesa Democrática que lo menos que tiene es de eso, y que ha tenido la desfachatez de mostrar una supuesta “unidad” que, solo en relación a los intereses de algunos partidos y de FEDECAMARAS, fue posible.
¿En qué se parece, la tramoya de Chávez, que impone 52 candidatos a la Asamblea Nacional y la Mesa Democrática, que se repartió sin miramientos curriculares y éticos sus candidatos? ¿A quienes mandaron a contarse en los circuitos? A quienes no aceptaban entre los primeros y a quienes les estorbaban o están tan rayados, lo que resultaba una forma de salir de ellos y por supuesto, en algunos casos, a los más incapaces y nos preguntamos ¿será esto, una exageración nuestra?

El estado Lara, por conocerlo es patético de lo que fueron capaces de hacer Chávez y la Mesa Democrática, con la característica que aquí, se impuso FEDECAMARAS ¡claro! cansados de dar plática sin rendirse cuenta, era hora de cobrar y así se hicieron de varias candidaturas, porque el cuento es largo y de vieja data, de cómo la Causa R por ejemplo, entro al Country Club del que no ha salido, con un proyecto que pasa por la alcaldía de Iribarren y la gobernación del estado y dado que se nos tiene como “borregos” también y conscientes que, todos queremos salir de Chávez, es muy profundo que se nos explique, pero como en todo, donde está el vil dinero se sabe, de esas truculencias tenemos para varios Picapedreros.

En cuanto al PSUV, revísense los nombres presentados, sus trayectorias, sus Declaraciones Juradas de Bienes, que como los de la oposición se niegan a mostrar –eso es segundario – me han dicho algunos. Todos sin excepción, de casualidad no dicen que, Chávez es su progenitor, en todos no hay un planeamiento propio, de quien va a la tribuna política por excelencia de la república, no, imagínese que, un aspirante de la oposición nos promete un metro para Barquisimeto ¿usted ha visto, que en plena crisis económica, cuando hay escasez de alimentos, un aspirante a diputados nos prometa un metro? Y si nos vamos a los candidatos del chavismo, el silencio es una tumba, díganme si se les toca el tema de la corrupción, salen corriendo y sabe cuál es la excusa, de estos últimos –el comandante presidente dirá, nosotros somos sus borregos, Patria y dólares ¡venceremos! – y por parte de la oposición -- estamos esperando que la Mesa Democrática nos dé lineamientos –

Como se podrá apreciar “No es más de lo mismo, es peor de lo mismo”. Estamos entrampaos y en a esa especie, de trampa caza bobos, nos falta la tajada de Henry Falcón y el PPT, especie del Ricky Martín de la política venezolana como dice Claudio Nazoa, pues esta y no con el proceso, quiere que se sepa, pero lo oculta, todos lo sabe que es, pero él se niega a decirlo, ojala que se defina y diga si es, o no, del proceso. ¿Puede calificarse a esta realidad política de transparente y de sólidos principios éticos? A doscientos años de la Gesta de Independencia ¿nos merecemos esto? ¿Quiénes son lo responsable de todo, la dirigencia política o nosotros los ciudadanos? Sin duda que nosotros, porque nos gusta que otros, hagan el trabajo de construir diariamente al país y hemos hecho como divisa, el antiguo eslogan de la agencia publicitaria ARS: “déjenos pensar por usted”

miércoles, 5 de mayo de 2010

Picapedrero

¡Raspados en primaria!


La tragedia que padece Venezuela, es inédita en una nación idealista, de una raza libertaria, “humeante de petróleo” como dijera el poeta colombiano Jorge Zalamea, pero también, de una clase política corrompida con sus miles de excepciones a lo largo de 200 años de vida republicana, que a once años de la autocracia militarista y corrompida del teniente coronel Hugo Chávez, no ha logrado recuperar los espacios y la confianza ciudadana, que los fundadores de la democracia tuvieron, a extremos que, si no ha sido por los medios de comunicación, editoriales como los de este centenario “Diario El Impulso” al puño, del doctor Juan Manuel Carmona, de muertes, exilio, estudiantes, hombres y mujeres y otros, tras las rejas, por denunciar el ahorcamiento de la democracia, desconociéramos de las tropelías de este gobierno.
Al respecto, hemos ratificado que los pilares de una democracia son los partidos políticos, pero unos partidos, ricos en ideales, principios y compromisos colectivos, hacedores de patria y no al servicio de clientelas personales o al capricho de un “jefe”: caso Chávez y su PSUV, COPEI y Caldera, URD con Jovito Villalba y su inoportuna expresión “Yo y mi partido, mi partido y yo” o la contratista Acción Democrática de Alfaro Ucero, que el pueblo ha castigado, para que se reinventaran, pero a once años de ese castigo, se ido de mal en peor, que ni aún en cambote, han logrado capitalizar el descontento ante la necesidad de rescatar la democracia.

Por supuesto que, ha habido intentos y no se pueden desconocer, sería una incongruencia, negar los esfuerzos unitarios y el ensayo de las primarias, para escogerse lo mejor, a representarnos en la Asamblea Nacional. ¡Unidad! ha sido la meta. Ahora bien, desmenucemos las dos vías para esa unidad: El consenso, terminó por imponer los criterios partidistas, de acuerdo a los últimos resultados electorales, visto que es una realidad, había razones políticas para que sus hombres y mujeres estuvieran de primero ¡ah! pero que pasó, que no se impusieron a los mejores, sino los intereses de cada partido. A regañadientes aceptaron incluir a los presos políticos, diciéndose ente si mismos ¡que vaina es esa! o ¿con que derecho?

En Lara, que debo tomar como ejemplo patético de lo que no se debió hacer, impusieron a un personaje que negoció con Chávez, la integración del Tribunal Supremo, donde uno de los negociados vota con las manos y pies, lo que ordena a la Sala Plena ¿y eso debe pasar por debajo de la meza, para salir de Chávez? ¿Dónde está el respeto al elector que sabe de aquella inexplicable alianza que hipotecara al “partido del pueblo”. El otro candidato impuesto, representa al más importante grupo empresarial de Venezuela ¿Por qué, tenía que ser en representación de Lara? Lo frustrante es que, dejan por fuera a dos ciudadanos, independientemente que, provienen de una franquicia personalista, pero llevan once años denunciando la violación de los Derechos Humanos y la corrupción precisamente en la gestión de Henry Falcón como alcalde, a quienes los otros, no tocan ni con el pétalo de una rosa ¿ y así, hay que votar por ellos? Luego se presenta otro descaro de la oposición, meternos entre ceja y ceja que –con cualquiera hay que salir de Chávez—no importa si hubiese sido con el “Inca Valero” o con José Vicente Rangel, cuando brinque la talanquera, razones para sospechar que se hará después de resultar electos, ese tipo de personaje a espalda del ciudadano elector. En Caracas privo la razón, porque “Caracas es Caracas y lo demás monte y culebra”.

En relación a las primarias, se demostró ser una metodología democrática que se debe perfeccionar. Precisamente AD, en sus últimos momentos de grandeza escogió su candidato presidencial, Luis Piñerúa Ordaz, con masiva participación y luego fueron los Colegios Electorales bastante tranparentes. De nuevo en Caracas, fue admirable la elección por primaria y María Corina Machado, capitalizó el voto razonado de los ciudadanos de su circuito, hecho no ocurrido en Lara, donde en el circuito escogido para tales efectos, de un universo de 400.000 electores, apenas participo un 7% del mismo. De doce aspirantes, los tres triunfadores, lo fueron con 8.859 y 10.554 votos. Los aspirantes sin partidos, dos lograron, 3.619 y 2.998 votos y lo más notorio fue, la representación de Acción Democrática, sus tres candidatos alcanzaron, 4.641 y 2.886 mientras que 3.020 correspondieron al Secretario de Organización de ese partido ¡que tal!

En cuanto a los favorecidos en el circuito en comentario, resultó electo, nada más y nada menos que, el proponente del pacto “AD-Chávez”, ya recordado .Sin duda tiene su clientelita que no le importa o desconoce de sus andanzas, ayer adeco, mepeco, hoy de un Nuevo Tiempo ¿y mañana? Otro de los escogidos, de larga tradición en la radio, es independiente y no son desmentidos los rumores que detrás de él, este Henry Falcón. El último candidato, el más joven, no cuestionado y responde a Causa R y a un “Voluntariado Político” constituido por Alfredo Ramos quien encabezará la lista, al reconocerle muy a sus pesares simpatías y contacto con los ciudadanos.

Ante ese cuadro ¿se anima uno a votar? El desprecio a la mujer es grave, ninguna fue tomada en cuenta, en una sociedad como la de Lara, donde las mujeres predominan, a la cabeza de los asuntos públicos y confiar en unos señores, que viene de negociar con el chavismo es inaceptable también, al menos, con mi modesto voto, no llegan. El 26 de septiembre si no hay un lamparazo, la lucha por la democracia continuará, pero si los partidos y sus cabezas pensantes no hacen uso de la razón, no podrán convencer a quienes aspiramos nos convenzan.