Picapedero

¡Maldito el que remueva mis huesos!

…”Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos…"

El titulo que antecede a este Picapedrero, está inscrito en la tumba de William Shakespeare, en Londres, desde el año 1616. Lo que nunca se imaginaria el dramaturgo inglés, es que, 316 años después de su muerte, unos expedicionarios encontrarían y profanarían la tumba del Faraón egipcio Tutankamón, y que una premonitoria maldición acabaría fatídicamente con sus vidas. La muerte en consecuencia, sigue siendo un misterio, solo revelado en la Biblia con el desprendimiento del espíritu del cuerpo: Romanos 8.19 “El cuerpo en verdad esta muerto a causa del pecado más el espíritu vive a causa de la justicia” y en el Génesis 3.19 se lee: “Polvo eres y en polvo te convertirás”. Por su parte, las ciencias se encargarían de determinar las causas médicas de la muerte y todo ello, crudamente expresado, por el escritor colombiano José María Vargas Vila, ante la tumba del poeta Diógenes Arrieta -- Mueres en tierra amiga, más aquel, que le dijo a Lázaro ¡Levántate! no ha vuelto a visitar sepulcros, así que en el tuyo, tampoco lo hará, Descansa en paz –

Resulta entonces que, el teniente coronel presidente Hugo Chávez, no solo ha pretendido resucitar a Simón Bolívar, reinterpretándole irresponsablemente a su real gana, sino emularlo con fines inconfesables, como para detener el tiempo histórico y quedarse en él, y en ese propósito, Chávez expropia, inhuma, pudre y exhuma, para imponer sus designios

Expropiaciones, pudriciones, inhumaciones y exhumaciones, se corresponden a una patología, por lo demás epidémica en el teniente coronel presidente, Hugo Chávez, que mantiene desestabilizada, no solo a la democracia venezolana, sino a su condición constitucional y sociológica en el contexto de, Estado y Nación, todo lo cual repercute en el escenario multilateral, dado el rol de ser nuestro país, fuente suministradora de petróleo en el mundo.

Si a verse expropiaciones vamos, desde el mismísimo triunfo de Chávez, el año 1998, se creyó con un mandato absoluto, de cuyas ratificaciones electorales le permitieron el control del Poder Publico Nacional y de allí, es evidente el secuestró de la democracia por una autocracia militarista corrompida bajo un ropaje ideológico estalinista y castrista inadmisible en el sentir libertario y democrático del venezolano.

A tales efectos, la primera inhumación del régimen chavista fue, cuando el asesinato del Fiscal Danilo Anderson, pretendido héroe de la revolución e inmolado en una asquerosa trama de corruptelas, intrigas, chantajes e intimidaciones que salpican altas esfera del gobierno y comprometen la credibilidad del Ministerio Publico, como ejecutor de lo que convenga o no al chavismo puro.

La descomposición de miles de toneladas de alimentos adquiridos por PDVAL, filial de PDVSA, bajo la omnímoda dirección sin control de Rafael Ramírez, vencidos y podridos, mas no, los millones de dólares invertidos en todo tipo de tropelías, revela la magnitud de la corrupción cuya orden es, no investigar !nada! secuestrando la Institucionalidad de la Contraloría y Fiscalía de la República y distrayendo la atención ciudadana, amenazando como siempre ,ahora romper las relaciones con el Estado Vaticano una vez que el cardenal Jorge Urosa Sabino y la mismísima Conferencia Episcopal exigieran responsabilidades al presidente Chávez, en tal obscena situación que ponen en peligro la Seguridad Alimentaria de la Nación por la inmensa red, alrededor de esas importaciones de alimentos. Al respeto, el insulto a los obispos y al cardenal, como estrategia de que, “un escáldalo tapa, otro escándalo” esta vez no le ha dado resultados, porque el pueblo quiere castigo para los PUDREVALES, recurriéndose entonces, a la macabra exhumación de los restos de Simón Bolívar cuya indignación cree Hugo Chávez, pudiera tapar a PUDREVAL y visto que tampoco le ha dado resultado, es la ruptura de relaciones con Colombia, dado sus evidentes nexos con la guerrilla narcotraficante de ese país, el suspiro que pueda coger internamente, para darle el esperado palo a la lámpara democrática, decretando un Estado de Excepción, para imponer al fin, su esperada dictadura militar y corrupta.

Justo, cuando leemos “Sumario” de Federico Vegas, que novela el magnicidio al coronel Carlos Delgado Chalbaud, encontramos un párrafo que viene como anillo al dedo, en el caso de PUDDREVAL y en el cual, uno de los personajes, refiriéndose al crimen, dice a otro:

– Todo esto pasara a ser un misterio, pero no por falta de información, sino por exceso. Si acaso se resuelve no será por una investigación, sino por la impudicia. ¿Sabes lo que quiere decir “impudicia”? --¿Deshonestidad?—Y falta de pudor. Alguien algún día, se llenará la boca con sus propias maldades--

La llegada al poder de Hugo Chávez, puede encuadrarse como una maldición que culmina con la profanación de los restos del Libertador y las séquelas que ello significa. No pretendemos ser pitoniso, tenemos respeto folklórico por la brujería, pero desde que el mundo es mundo dicen, “de que vuelan vuelan” pero si creemos en la vida eterna de los espíritus, buenos e inmundos, ello está en la Biblia y el espíritu de los libertadores cobran la maledicencia de las generaciones anteriores y a la nuestra, por haber hecho de la república un sainete, al capricho de las armas que le son de ella, para su defensa y no, para atracarla.