jueves, 25 de junio de 2009

Picaapedrero

La Libertad de Expresión
en Omar Díaz Quiñones

…A mi hija Glorielba Andreina y sus compañeros
de Comunicación Social de la Universidad Fermín Toro

En un remate conseguí, la obra “Libertad de Expresión en Venezuela”, del ilustre quiboreño Tomas Liscano, verdadera pieza jurídica a la que se debe recurrir por estos tiempos en que, es advertida y perseguida por la autocracia militarista y corrupta que preside el teniente coronel, Hugo Chávez Frías. En dicho libro su autor asienta: “Se ha pensado, y ese pensar ha recorrido las edades que cuando a la prensa se le ha atribuido la contextura jurídico-social de “Cuarto Poder”, es precisamente porque el periódico recoge en sus columnas, amalgama, consolida, sintetiza y traza, por así decirlo la resultante de esa poderosa fuerza que se llama la “opinión pública”. Al respecto las tres primeras constituciones de la República (18ll,1819 y1821) consagraron el derecho de “manifestar el pensamiento, por medio de la imprenta”, pero las dictaduras personalistas, militaristas y corrompidas que han regido al país como sus propias haciendas, han sido ariscas con la libertad de expresión, contándose por centenares, los periodistas muertos, encarcelados, perseguido e, intimidados por su derecho a expresar su pensamiento y divulgar el sentir de la opinión pública que hoy por ejemplo, observa como la justicia está al servicio del chavismo, amparando la corrupción en los estratos familiares del gobierno, ejerciendo todo tipo de presión para tapar su ineficacia administrativa y los altos índices de inseguridad, que colocan al gobierno al lado de la delincuencia. Cerrar entonces medios de comunicación, es el próximo objetivo del chavismo por aquello que proclamó Napoleón Bonaparte en 1776, como razón de Estado: “Si suelto las riendas a la prensa no me sostendré tres meses en el poder” contrario a lo que pensaba el Libertador Simón Bolívar, hoy convertido en una franquicia del chavismo: “El periódico, la prensa tiene pues prerrogativas inalienables ante los demás poderes y por tanto débasele reconocer la plenitud del derecho y libertad de emisión del pensamiento”

En ese orden de ideas, el doctor Omar Díaz Quiñones, al aceptar la Asesoría Jurídica de la antigua Asociación Venezolana de Periodistas, (Seccional Lara) junto al doctor Simón Acosta, pronunció un discurso, recogido por el Centro de Historia Larense que al igual que el libro del doctor Liscano, constituyen aportes para la defensa ética y jurídica de la Libertad de Expresión Díaz Quiñones recuerda, como “Durante los regímenes de Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y de Eleazar López Contreras, la libertad de prensa se vio presionada por cada gobierno de turno, sin embargo numerosos periodistas entre los cuales Carlos Pumar, Job Pin (Francisco Pimentel) y Leoncio Martínez, constituyen una hermosa muestra entre los que defendieron, arriesgando su libertad personal, el derecho de expresar libremente el pensamiento”. En otro aparte de su discurso afirmó: “Nuestro grito ha sido siempre de viva a la inteligencia para el cultivo de la dignidad y con él, negamos lo afirmado por Millán Astray y en desdichada hora, cuando cegado por la inconsciencia que produce el odio gritara en la Universidad de Salamanca ¡Muera la inteligencia! Nosotros con Bolívar, afirmamos la dignidad humana para el espíritu de la Libertad, con la luz del pensamiento bolivariano que enaltece a la Patria en la conciencia de sus hijos” y nos refresca afirmando como: “En por los navíos de la ilustración llegaron los postulados franceses a Nueva Granada donde fueron traducidos, impresos y distribuidos por Antonio Nariño quien por esa causa fue enjuiciado como “pasquinero sedicioso” su imprenta embargada y luego él enviado preso a España”. Aquel, fue el costo por la libertad de América, pero los herederos de la censura a la libertad de expresión son de naturaleza (Rattus novergicus)

Una vez muerto Bolívar, los militares venezolanos ya corrompidos y creído dueños de la República odian la liberta de prensa. Guzmán Blanco, es un claro exponente de ello. Rafael Arévalo González da muestras en sus “Memorias”, de las persecuciones de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. Cuando Eleazar López Contreras, fue su famosa “Ley Lara”, el más represivo instrumento político-jurídico, contra la prensa, solo comparable con el execrable “Memorándum” De la Comandancia General del ejército Chavista ordenando “ a “todo personal militar que reciba vía internet mensajería de textos, u otros medios, correos electrónicos, masajes ofensivos, critica o analogías de diferente índole, contraria al sistema de gobierno que presiden nuestro teniente coronel Hugo Chávez Frías deberá notificar inmediatamente el contenido recibido a su comando natural” ¡qué vergüenza! ¿así serán para cuidar nuestra fronteras, El Esequivo y el Golfo?¡ se ve que no tienen hijos¡ Pues bien, fueron presos a las “Tres Torres,” (cárcel barquisimetana) , los periodistas Gregorio Orellana, Rafael Olivera, llamado “El Márquez Olivera” Ramón Orellana, responsables de los diarios “El Norte, “El Heraldo” y “El Componedor” por haber publicado una crónica del gran Rubén Darío, (1867-1816) “Visiones proletarias” (21 años después de su muerte, por considerarlas perturbadoras del orden público, con la grandeza para ellos y ejemplarizante para las nueva generaciones de periodistas y de cuanto queramos vivir en libertad, que fueron juzgados, entre el 11 de agoto de 1937 al 17 de febrero de 1938, por jueces auténticos, sin prontuarios, menos abozalados por un autócrata, que no solo sentenciaran conforme a derecho, sino que tomaron como fundamento doctrinario y jurídico de ello, la visión filosófica constitucional del gran José Gil Fortul y para sí mismos según fuera recogido en su libro “Desde Gómez hasta la revolución de octubre por el periodista I.E. Lameda Acosta (Barquisimeto 1977)

…” Ni magistrado alguno podrá calificar de perturbador del orden público a quien publicara hoy los siguientes concepto estampados por Gil Fortul en su Filosofía Constitucional: ..”Las críticas acerbas de las instituciones políticas y sociales, las protestas enérgicas contra de cosas existentes y los juicios apasionados sobre los actos de los funcionarios públicos, no son más que ejercicio del derecho inviolable que todo individuo conserva para jugar como le place la conducta de quienes son simple mandatarios suyos, y para corregir lo que considera como imperfecciones sociales o política. Los gobernantes para librarse de las críticas y acusaciones públicas de los ciudadanos, no tiene más : probar también por la prensa y con sus actos que las críticas y acusaciones son infundadas, corregir su conducta o dimitir su cargo”…

Marcos Pérez Jiménez hizo lo propio con la misma ira, con que Hugo Chávez actúa contra los medios ¿cómo no recordar, el patético ensañamiento con los periodistas de este diario “El Impulso, José Angel Ocanto y Carmen Julia Viloria? Al saludar a los periodistas en su día, retomemos el discurso del doctor Omar Díaz Quiñones en la Asociación Venezolana de Periodistas (Seccional Lara 1969) y las ejemplares conductas de los periodistas citados, con miras a la disposición del chavismo de destruir la ¡Libertad! …que lo es todo.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

No hay comentarios: