miércoles, 3 de marzo de 2010

Picapedrero

Cuando la traición es un truco
se llama Henry Falcón

En víspera de la Semana Santa, la traición de Judas a Jesucristo y en aquellos tiempos, de Bruto a Julio Cesar, nos remite a nuestra historia republicana, donde si bien, ha tenido hombres y mujeres de coraje, sabios y líderes honestos, tiene muchas páginas que dan cuenta de traidores. El calificativo es muy fuerte, por ello pensamos que tiene diversa acepciones. Unos por convicciones y dignidad y otros por ambiciones desmedidas y altos niveles de oportunismos tarifados. Bolívar, traiciono a Miranda, y Francisco de Paula Santander a Bolívar y al Mariscal Sucre, asesinado cobardemente por sus huestes. Guzmán Blanco a Matías Salazar, Juan Vicente Gómez a su compadre, Cipriano Castro. Delgado Chalbaud a Rómulo Gallegos. Arias Cárdenas a Chávez, llamándole gallina, ahora es él, quien cacarea y pone en su nombre, ¿Y qué decir de Hugo Chávez Zeaunbaron? (Manuel Caballero descubrió que es, su segundo apellido) el gran traidor, a los venezolanos, confiados en que adecentaría al sistema democrático, potenciando el desarrollo de los excluidos, generando empleo y no comprando conciencias, invirtiendo en salud, educación, seguridad y justicia y no malversando el dinero público, protegiendo a sus favorecidos, atreves de banqueros corruptos, destruyendo a la Fuerza Armada ¿y qué más tracción a la patria y su soberanía, que la injerencia cubana en la vida interna de la Republica y la entrega del Esequibo? ¿Por qué entonces, Henry Falcón, no podía también traicionar como antes, lo hizo Baduel?

La respuesta está a flor de labios ¡la corrupción! El arma más potente del proyecto autocrático de Chávez, enmarcado en la máxima liberal, « laissez faire, laissez passer » expresión francesa que significa "dejad hacer, dejad pasar",, sin insubordinaciones, bajo riesgo del ostracismo, donde pagan sus penas, los traidores por convicción y los traidores indignos y oportunistas. Como se puede entender, hablamos de dos categorías, de traidores y pueden haber más, que en el caso del gobernador del estado Lara, Henry Falcón es de doble tracción, en consecuencia es un truco, donde los únicos desprevenidos han sido buena parte de los opositores larenses que le hacen carantoñas y sueñan tenerlo a su lado..

El remitido público del gobernador Henry Falcón, al presidente Chávez Zeaunbaron, nos intereso más, por saber de dónde salió el dinero para tan costosa publicidad, que el contenido del mismo. Al respecto, mucho se especulo acerca de las relaciones de Falcón y Chávez, del manoseo de opositores y el deterioro de los partidos políticos en Lara, le abrieron la posibilidad de ensayar con nombre propio, una fuerza política regional, conformada por independientes que hoy pueden respirar, con eso que llaman: “chavismo sin Chávez”. Por supuesto que el truco esta descubierto. Falcón interpreta el sentir de los independientes larenses, quieren paz, dialogo, seriedad y nada de eso ofrecen unos dirigentes sin discurso e ilegítimos y remitámonos a la Polar, que se sentó con Falcón, porque el apoyo que le dio la oposición, les iba a salir muy caro después. En todo caso, la renuncia de Falcón al PSUV, ha merecido ciertos apoyos de cuantos quieren salir de Chávez Zeaunbaron, a si sea con hampones. Da vergüenza considerar el remitido de Falcón, como una proclama democrática, cuando se trata de una vulgar tetra, dicha en la antigüedad China por Yu-li-zi: “Algunos hombres en el mundo gobiernan a sus pueblos mediante trucos y no principios rectos” En ese sentido, he leído como se le ha dado la bienvenida a Falcón, en torno a su sinceridad, que nosotros llamamos cinismo, el confesar que en “once años no ha podido conversar con Chávez”, cuestión que alaba el poeta Rafael Arráiz Lucca ¡cómo ven los ojos de Caracas a la provincia! No hay, admirado pariente en ese remitido, un reclamo para concluir la Presa de “Yacambú” menos por combatir la corrupción, atacar la inseguridad menos la centralista Ley del Consejo Federal de Gobierno ¡claro! Lucca sabe, que somos conformistas y preferimos un gobernador jardinero, promotor de bochinches, repartidor de contraticos que un gobernante eficiente.

Vistos los hechos, el presidente Chávez Zeaunbaron ha interpretado la política larense. Los colaboracionistas hablaran de acuerdos sobre inclusiones en lista o circuitos electorales, por el PPT, cuyos nombres no me atrevo a dar pero “La verdad se ve clarrriiita”. Se fue el carnaval, caen las mascaras inventadas por los griegos, para darle sentido al teatro y los juristas romanos, para identificar a las personas naturales de las jurídicas y los corruptos de la Venezuela republicana, para identificarse entre sí, héroes, patricios, liberales, conservadores, burgueses, chave burgueses, “caras coloradas”. De todo ello, consiguió Antonio Guzmán Blanco, cuando visitara a Barquisimeto, ofreciendo una audiencia pública que fue un torneo de chismes y pedidera, lo que le permitió acuñar una frase terrible. “este es un pueblo de pulperos enfranelados y chismosos. Por supuesto que, con el correr de los años la mediocridad política fue sustituida por los ideales. A los líderes se les respetaba y en igualdad de condiciones a los adversarios ¡Ah! pero sobrevino el deterioro partidista, imponiéndose un personalismo chantajista y corrupto, cada quien entonces se ve con derecho a aspirar, a base de contrataciones, harina pan, tarjetas telefónicas, sin importar el daño que se le hace a la conciencia ciudadana. En ese estado de cosa, manda la delincuencia organizada.

Lo único cierto, para complacer a quienes ven en el remitido de Falcón a un demócrata, es que le enredó el papagayo a la oposición larense y a su mesa patuleca y no deja de tener razón, si se caen a trompadas por imponer candidatos a ciudadanos cuestionados y algunos se encarantoñan con él, digamos como los mexicanos ¡que se le va hacer! En un “pueblo de ciegos, el tuerto es Rey”

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