miércoles, 17 de marzo de 2010

Picapedrero

Do, re, mi

El “Do” es la más baja nota de la escala musical con la cual, voces e instrumentos delintan al alma. En “Do,” Jesucristo les habló a sus discípulos. En política el “Do,” es la más baja escala de una conducta ética, en ejercicio del Estado y peor aún, en la representación del pueblo. Pues bien, con ese tono, una mayoría del Tribunal Supremo de Justica, a quien la Constitución de la Republica le otorgó el deber de dictar justicia en su nombre, ha traspasado los límites de la ética administrativo y jurídica, en un país como Venezuela, ricas para unos pocos (léase corruptos chavista y no) y extremadamente pobre para la mayoría der sus ciudadanos, al acordarse una jubilaciones típicas de una sociedad de ciudadanos comprados, vendidos, abozalados que no resiste comparación con los forajidos del Poder Judicial de la República en tiempos del chavismo ¿Claro! Mi madre sostenía para identificar a ciertas personas, el viejo refrán de que:…el pasajero se conoce por la maleta… y da la casualidad que, la magistrada Luisa Estela Morales de Lamuño, presidenta de la Sala Constitucional, carga sobre su maleta, un expediente publicado en .la Gaeta Oficial del 19 de Mayo al 25 de Mayo - Año 3 - Nº 106 Nº 34.354, de fecha viernes 24 de junio de 1989, que lo dice todo. Con el tono “Do” quienes integran al TSJ abultaran sus cuentas bancaras y adulteraran su rendición ante la República, que no soportarían una auditoria fiscal, Salvo la magistrada Blanca Rosa Mármol León Ese mismo Tribunal Amoral de Justicia, fue designado con el voto de Acción Democrática, el partido que liderizara Rómulo Betancourt para decentar al país y dos aspirantes a diputados a la Asamblea Nacional, fueron precisamente sus proponentes ¿y habría que votar por ellos? Ese mismo Tribunal Supremo de Justicia fue calificado por el presidente Chávez Zeaunbaron como ¡plastas! que para la Mesa Autocrática de la oposición es insignificante –eso no le interesa al pueblo – me dijo uno de sus integrantes. Pues bien, destituir a esos magistrados y magistradas, que les queda grande el calificativo que honraba al magistrado merideño Tulio Chiossoni y al tribuno romano, Marco Tulio Cicerón es de remitirlos a la fiscalía de la República para que les instruya expedientes, pero no –eso no está planteado—me dice otro oposicionista ¿y habría que votar por ellos? Por cierto con sus nombres y apellidos opinaron el lunes pasado en este mismo diario los lectores. Me remito entonces, para quienes me dicen que no se me consigue orilla, ¡claro¡ nado en lo profundo, a José Ángel Ocanto, quien su más reciente “Campana en el desierto” (El Impulso” 14.03.10) expresa un sentir, una realidad: “salir democráticamente de Chávez es una decisión tomada, pero ¿para qué manos?, he allí el dilema que paraliza a millones de pasajeros en este barco a la deriva. El país observa, compara”

En “Re”, es un aumento de tono que en el mundo político se hace sentir con fuerzas para el camino que se debe andar. La adulancia, según Maquiavelo, les hace después trepadores y es el primer paso en Venezuela que para estar con Dos y con mandinga, son revolucamaleones. Por ejemplo para escalar posiciones, es decir guindarse en las pezuñas, no hacer disgustar al jefe con lo que piense y diga, sino que todo le queda bien, que en el chavismo llaman “lealtad” y en la oposición el “deber ser” para la unidad, no importa la porquerías de que se trate, lo importante esta en los intereses de quienes mandan en los partidos o imponen desde las trincheras económicas porque lo que interesa es salir de Chávez “para ponerme yo”. Así lo entiende de buena fe, mucha gente y sobre todo militantes de partidos que creen en ideales, aunque también, los que saben, cómo se enriquecieron mucho de sus líderes que ahora, quieren probar el guiso. El problema entonces no es de la unidad, sino de coincidencias entre los venezolanos que tenemos puntos de de encuentro en lo que, debe ser el país, una vez Chávez y su pandilla de forajidos enjuiciados, como tendría que ser, por lo cual la unidad no puede ser un chantaje para el borrón y cuenta nueva a la que aspiran muchos, de los que se nos está imponiendo, para elegirlos a la Asamblea Nacional, como un primer paso para negociar la derrota del chavismo y tengo razones para dudar de” Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo” Copei o Primero Justicia y qué no decir de Proyecto ” Salas Römer”
La nota “Mi”, da pie a los altos tonos. En la políticas venezolana, la petulancia, el mirar por encima del hombro, la prepotencia, el sabelotodo es la entrada y salida en el chavismo y la oposición, que en los Borbones, Teodoro Petkoff, acuño la frase: “ni aprenden ni perdonan.” menos les importa, de donde vengan, mientras se declaren ser democráticos, donde se encuentra el género “Chavismo democrático” según el opositor Miguel Enrique Otero ¿Qué es eso? ¿Algo como, Bolivarianos, sin seguir sus ideales? ¿Betancuristas, pero corrompidos? El chavismo, es una enfermedad muy personal de Chávez Zeaunbaron, fácil de contagiar a fuerza de corrupción, la delincuencia por ejemplo, es propagadora del chavismo y la única manera de descontagiarse es, enriquecerse primero y aliarse con algunos sectores de la oposición que ¡al fin! Henry Falcón es su nuevo líder. “Chavismo democrático” algo absurdo, que los griegos le llamaron “Oxímoron” casi intraducible, como decir … la noche esta oscura.. Lo que define incongruencias camaleónicas. A once años del chavismo, donde el mismo Falcón se decía: “Chavista de corazón” hoy, está más cerca del Perú, Uribana, pero de la oposición larense ¡Felicito! a quienes les molestaba el calificativo de “colaboracionistas” y que hoy, tienen en él, a un “demócrata de corazón”, fue mucho el esfuerzo. Viene ahora, la negociación para candidatos por el PPT donde estarán incluidos….

Ahora, lo más importante de estas notas musicales, es el tono marcial al que se está llegando y es, el que se usa el son del arriero de mulas, más no, de una manada de leones, como debe ser la calidad humana. Chávez Zeaunbaron, ya lo dijo: “No le rindo cuentas a nadie, en este planeta” y “se está con Chávez o contra Chávez” En ese sentido, se es demócrata por convicción, no por negociación y en un país, se es ciudadano, con derechos, deberes y necesidades a las que hay que atender, no un habitante mendigante y pendenciero al que someten algunas organizaciones políticas que compiten autocráticamente con el chavismo. Quienes no sentimos como Bolívar orgullos del título de ciudadanos, hagámoslo respetar y rescatemos, a quien aún se sientan habitantes, para hacerlos ciudadanos y serán libres ante Dios y la Patria.

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