miércoles, 3 de febrero de 2010

Picapedrero

Shakespeare y la oposición


En estos días de represión militar y policial, racionamiento de luz en el país de los petrodólares, que se da el lujo de importar hasta el papel tóale y de los rumores del gobierno y de una estúpida oposición, nos acordamos de Hamlet, de William Shakespeare y salvo las distancias históricas, efectivamente, si en Dinamarca, escrita entre 1599 y 1601, -"Algo está podrido en Dinamarca". En la Venezuela del siglo XXI y muy puntualmente en Barquisimeto, se desbordó el aliviadero de las cloacas de la ciudad y mientras la milicias chavista atropellaba y torturaba estudiantes, algunos colaboracionista del gobernador Falcón le recomendaban prudencia, los partidos del pacto, nada decían y disfrutan ya, del Carnaval y Semana Santa, una vez impuesto como candidato a diputado, al gran negociador de Acción Democrática con el chavismo, de allí que parafraseamos a Hamlet ...”Votar o no votar, he ahí el problema”.
La obra de Shakespeare, nos emite al asesinato del rey Hamlet y este vengado por su hijo quien se pregunta ¿Quién aguantaría los ultrajes y desordenes del mundo, la injuria del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente merito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? Releamos la cita y nos ubicaremos en Venezuela, solo que el Hamlet que busca venganza es el pueblo, utilizado, mancillado, ultrajado y engañado por sus políticos corruptos, los mismos que plantean salir de Chávez por cualquier gobernador y banquero prófugo, perdonando al chavismo, conscientes que vendrías inversionista y se abrirían las posibilidades de robar como lo hacen ellos. No importa, si es con Diosdado Cabello o el corrupto de José Vicente Rangel, hijo de corrupto y padre de corrupto, que no sería investigado por el sindicalista hacendado o el empresario banquero que aspiran ser diputados a la Asamblea Nacional por el estado Lara, ¿pero que habría que votar por ellos? ¡Por favor!
El viernes 20 de enero, el programa radial del Ing. Tony Bujana, mostró el caradurismo y la irresponsabilidad de quienes dicen ser representantes del pueblo, justificando sus aspiraciones a ser diputados, mientras se atropellaban a estudiantes, a quienes tienen como carne de cañón y otros, los colaboracionistas justamente, asesoraban al gobernador Falcón, en ese juego de contratos, apoyos, sobre la idea que se tienen votos, carisma y como el pueblo está cansado de Chávez, votan por cualquier sujeto. Daba vergüenza ver, como aquel “locutorpillo”, que en verdad no se equivocó -- antes que lo fuera él-- en llamar a más de un adeco “ladrón de siete suelas” hoy, pacta en descarada cachetada al pueblo, con aquellos y estos, corrompidos al fin, acostumbrados al latrocinio, haciendo del partido del pueblo, que fundara Rómulo Betancourt, una vulgar gestoría para sus interés personales no encontrando palos en que ahorcarse ¿Y hay que votar por ellos, para salir de Chávez? ¡Por favor!
¿Qué hacer? Me preguntara alguien y la respuesta es difícil. Afortunadamente pienso, que no habrá elecciones y en otro Picapedrero lo explicaré, pero estamos entrampados. Por un lado las imposiciones desde Caracas, del sindicalista y el empresario banquero, que no se atreverán de ser electos -- no con mi voto -- a destituir al Tribunal Supremo de Injustica, menos al Contralor, Fiscal o Defensor del pueblo para restituir la institucionalidad y luego, por unas primarias, donde el que tenga más dinero, pero mucho dinero y el apoyo de Henry Falcón ganaría. ¡Oh Hamlet! como vivimos tu tragedia.
Venezuela, vive su peor tragedia, porque buena parte de sus ciudadanos la quieren chulear. Tal es la Venezuela en tiempos del chavismo y de su oposición, cuya última bofetada fue la llegada del pelotero Pablo Sandoval del Magallanes, al stadium en un helicóptero de la Policía Judicial, con razón ¿Cómo se combate al hampa? Eso es peculado, pero la oposición no dice nada, eso es una bagatela dirán, no tanto por la pava presidencial, sino por el irrespeto a los fanáticos. No hay principios, valores, ideales, como los que tuvieron otro tipo de hombres y mujeres como Rómulo Betancourt a quien siempre le mencionaré, porque no es un estorbo para mí, como si, para mucho adeco contratista y pesetero y eso lo saben mis ex compañeros, pero amigos y amigas de siempre, de cuyos corazones no me podrán sacar, quienes quisieran y a los que, les pregunto ¿dónde están los Anzola Anzola, Dori Parra de Orellana, Romero Antoni, Meléndez Pensó, Italo D Apollo, José Gregorio Gutiérrez o el noble de Germán Gómez entre miles, que tiene inscrito en el frontal de su cada “Aquí vive un demócrata no un tirano.” Vivimos la Venezuela para atracarla y venderla al mejor postor. Aquel precepto constitucional de que somos un “Estado social, de derecho y justica” fue burlado por Chávez y con los Ramos Allup, Julio Borges y Leopoldo López la derecha reaccionaria se repartirían al país, por ello es que sus discursos son vacio ¡salir de Chávez! ¡salir de Chávez! pero no dicen cómo y para qué. Por eso, el desprecio al debate, a las ideas y proyectos de país ¡ah! y a los estudiantes. ¡Como me gustaría ver una protesta a sol y agua, del empresario banquero y el sindicalista hacendado, ¡Oh Hamlet! como vivimos tu tragedia.

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