miércoles, 7 de octubre de 2009

Picapedrero

¡Fiebre! en los estudiantes

Como “fiebre” se define al aumento de la temperatura en el organismo humano, cuando es invadido por gérmenes extraños. Su diferencia con la “calentura” puede medirse en que esta, es leve, pasajera. Pero a su vez “fiebre y calentura” responde en el rico castellano a otras connotaciones, pasionarias, sexuales o políticas, que es donde nos interesa ubicarnos, para comprender “Fiebre” la primera novela de Miguel Otero Silva, escrita en el escenario de la “Semana del Estudiante”, que sorprendería al dictador Juan Vicente Gómez, el año 1928, mandándoles a sus cárceles terroríficas y ponerlos en libertad, como admitiendo el error, que solo la muerte le pudo salvar y que interpreta la pasión como esos estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, reaccionaron ante la perpetuidad dictatorial y la “calentura” de un pueblo que, obstinado de sus líderes y de sus ambiciones por 28 años, vio morir a generaciones frustradas, asesinadas y consumidas en el desencanto.

A partir de entonces, Venezuela fue otra, y paciente el pueblo con aquella “fiebre y calentura”, fue posible atemperarla, el 14 de febrero de 1936, como yerra, que en Venezuela, frente al despotismo, militarista y corrupto, sus estudiantes llevan en sus espíritus inscrito ¡Libertad! Porque no son el rebaño de la hacienda que de Venezuela, han pretendido sus resentidos militares y a la historia me remito, con la desconfianza que del mando, les tuvo Bolívar: …”El soldado no es el arbitro de las leyes ni del gobierno”…”es insoportable el espíritu militar en el mando civil”…”El soldado no debe deliberar y desgraciado del pueblo cuando el hombre armado delibera”…

“Fiebre” de Miguel Otero Silva, es lectura obligatoria para la juventud venezolana del presente y del futuro, porque es la historia vivida por los estudiantes de 1928, presos aún niños, en la temible cárcel caraqueña “La Rotunda” cuyo solo nombre, define los horrores de cuantos purgaron en sus pestilentes cuartuchos, sus ideales por una Venezuela libre, decente y prospera. Al Castillo Libertador en Puerto Cabello, fueron a parar otros y en “Palenque” con pesados grillos, a trabajos forzados unos más. Adiós a los libros que les pudo haber hechos profesionales, adiós a la novia y a la familia. Ellos eran apenas 252 que, al grito – ¡Alá’ y Bajala! ¡Sigala y Bajala!... ¡Sacalapatalajá! – se interrogaban: “haber pasado por la Universidad sin dejar huellas, como pasan los pájaros por el aire. Y en este país, y en esta Universidad hay cosa innumerables por hacer”. El estudiante Estanga se responde: --Ustedes dirán que es difícil que surjan juventudes limpias cuando el ejemplo de los viejos es una cátedra de servilismo –

Hoy, al grito ¡Estudiantes! ¿Cuál es el miedo? Es el mismo dialogo con el mismo espíritu que coinciden que: …”En Venezuela existieron antaño dos partidos: el liberal y el conservado. Pero, según parece, los liberales eran conservadores y los conservadores también eran conservadores. Conservadores ambos y disfrutadores de un aparato estatal basado en la arbitrariedad y el peculado, cuando no era el despotismo descarado”.... Pero ambos partidos están bien muertos. Se suicidaron. Cuantas veces uno de ellos subía al poder, entraba a saco en las arcas nacionales ya palos sobre las alcantarillas de los ciudadanos, mientras los programas iban a parrar a las alcantarillas. Los nombres de ambos partidos son ya carroña”…

70 años después, no han cambiado los hombres que pretenden dirigir la res pública y los estudiantes, tampoco han claudicado ante ello. El “excremento del diablo” (el petróleo) como llamaría con el correr de los años, el estudiante Juan Pablo Pérez Alfonso, gran visionario de lo que debía hacerse con esa riqueza, deambula al verla en manos de incapaces, mal administrada, por lo cual Venezuela, sigue siendo un campamento minero, ya no explotado por el imperialismo, sino asaltado por unos pillos robolucionarios bajo el manto de complicidades internas, los negociados y la impunidad y externas de los aprovechadores incluyendo como siempre al mismo Imperio, mientras la salud y educación están en manos de cubanos y sus atrasos académicos, de hace 50 años. Solo el ¡terror! como ayer, las cárceles, como ayer y los torturadores desde la Sala Constitucional, fiscalía del Ministerio Publico, como ayer criminalizan la disidencia, mientras los intereses personales, políticos y económicos nadan “como caimanes en boca de caño”.

--Es que ustedes hablan de tumbar a Gómez –dice un estudiante – sin darse cuenta de que el verdadero problema es tumbar al gomecismo como sistema. Le dan demasiada importancia a la persona del viejo andino y muy poca a los aliados políticos y económicos de Gómez, que hacen que exista Gómez, que son Gómez. Si logramos tumbar a Gómez, y no tumbamos el parapeto que lo sostiene, otro Gómez se encaramará sobre el parapeto que dejamos sin tocar. ¡Hay que educar al pueblo!

La llamada generación estudiantil de 1928, sin duda logró que Venezuela ingresara a siglo XX porque toco, en primer lugar el sentimiento libertario del pueblo que estaba entregado, despertó la servidumbre de las clases más desposeídas, el campesinado y el trabajador. Irrumpió toda una literatura como “Peonía de Romerogarcia, “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos, que muestra la crueldad del latifundio, el “Píntame Angelitos Negros” de Andrés Eloy Blanco, que exige la igualdad que nos llevo a la guerra Federal. Novelas como “El Hombre de Hierro” de Blanco Fombona, “Los Riveras” de Briceño Iragorry, “Puros Hombre” de Antonio Arraiz, “Ídolos Rotos” de Manuel Alfredo Rodríguez y “Fiebre” de Miguel Otero Silva, entre oros, constituyen testimonios que no debe dejar de leerse en las escuelas en ningún tiempo, para que no regresen, precisamente aquellos tiempos.

Ahora, el recado no necesita destinatario, pero es hora de escuchar a los estudiantes, de dejarlos actuar, de no acapararlos y criminal seria corromperlos y en cuanto a ellos, es suficiente que se preparen, como los estudiantes de 1928, entonces puede haber, otro 14 de febrero de 1936 o un 23 de enero de 1958.

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