miércoles, 19 de agosto de 2009

Picapedrero



El ciudadano hace 146 años
y si no, ¡no!


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El militar venezolano fue siempre bruto, con sus excepciones, que a cien no llegan, primero porque fue analfabeta, venia de ser esclavo, salteador de caminos, solo el reparto de tierras lo motivo a la guerra, tierras que después se la robaron, los militares más vivos, esto es tan verdadero que hubo un tiempo en que había más generales y coroneles que tropas y más verdadero aún que, en pleno siglo veinte a la Fuerza Armada ingresaban los vagos, una manera de que sus propias familias se desechasen de los mismos. Pero los militares que fueron a la guerra federal, comenzaron a sentir el peso de la civilidad en el poder y los inspiradores de aquellos fueron Antonio Leocadio Guzmán, periodista y su hijo abogado, Antonio Guzmán Blanco, a quien el militarismo lo enloqueció, pero con todo y eso era culto, robaba pero leyó a los clásicos, de allí que, el autor de los derechos de los ciudadanos de la Venezuela pos federal, fueron consagrados en un Decreto de 16 de agosto de 1863, sobre los “Derechos Individuales y las Garantías de los Venezolanos” que al final se convirtió en mampara, pero igual está en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que algunos militares corruptos quieren desconocer ¡pues bien, no se equivoquen! porque fue en la democracia cuando se les educó y formó, para respetar la ley y ser buenos ciudadanos

La historia viene a propósito, de la Ley de Delitos Mediáticos y de Educación, esta última, verdadera chispa que puede incendiar una llama sangrienta, porque absorbe en sus preceptos la mordaza y la ley de zapeo, en atención que los patrulleros chavista disfrazados de Consejos Comunales, serán quienes supervisan a docentes y estudiantes, en el cumplimiento de lo dispuesto por el PSUV, y todo para proteger a los militares corruptos, a los Cabellos, Rangeles, Chacones, Barretos y Chávez Frías, entre miles.

Frente a todo ello, Miguel José Sanz que no era un analfabeta militarista recordaba que, en tiempo de los aragoneses juraban a sus Reyes: “Nosotros, decían y cada uno de nosotros, que vale tanto como vos, y que juntos podemos más que vos, os juramos obediencia sí cumplís nuestras leyes, y guardáis nuestros privilegios, y si no, no”, pues bien, en Venezuela, Chávez impone pensar como él ¡que apretado ¡ah!l De todo ello, habló Bolívar en Angostura, muy puntualmente sobre la Libertad y la ignorancia, que hoy apabulla la ley chavista de educación, que nos arrebata el derecho a pensar.

Resulta entonces, que al teniente coronel ® investido democráticamente de presidente de Venezuela, se le metió en la cabeza con una pandilla de delincuentes hacer del país, no solo su fundo, sino desde él, desestabilizar a la America con otros delincuentes y para ello, el dinero es la materia prima y donde no lo consiguen con bienes lícitos, lo alcanzan con la cocaína que la Bolivia chavista tiene más, que el petróleo venezolano. Sometida pues la institucionalidad bajo ese patrón, corrupción- lealtad - obediencia, lo demás es terror y leyes. De allí que la Ley de Educación chavista, es la más certera puñalada que a la democracia y al libre pensamiento se haya dado, porque ahora, eso se lo creen los chavistas, se estudiará lo que diga Chávez comenzando por emularlo a él, ya una lacaya del mismo anuncio que, en cada estudiante habrá un Chávez, como se ve que no ha parido. Con esa Ley de Educación, volveremos a la esclavitud que fue suprimida en aquel Decreto de 1863 y las escuelas volverán hacer “Bajoseco y la Rotunda” lugares de tormento. Llego la hora por tanto, de la desobediencia civil, de mandar muy largo al Cairo y retar a los militares a que disparen con los testículos que tienen para robar, pero no para defender el Esequibo o el Golfo de Venezuela. Esta semana que comienza, ya en vigencia la Ley de Educación declaremos el primer año de la dictadura chavista y démosle gracias a los partidos políticos por su silencio y a esa mesa de negocios, por sus pretensiones de ver a los ciudadanos con caras de pendejos, como dijera aquel vivo de Arturo Uslar Pietri, el primer resentido de la democracia venezolana. Ahora tendremos entonces, menos ciudadanos y más tarados, más vagos y menos trabajadores, más corruptos y menos honestos, más ignorantes y menos inteligentes.

El Patria, Socialismo o Muerte en la escuelas suplantara al “Gloria al bravo pueblo”, pero no hay mal que por bien no venga, todo esto tenia que ocurrir, los venezolanos aún no hemos aprendido a vivir en democracia y los partidos político se degradaron frente a las advertencias que sobre el desvío del sistema se veía venir. Como recuerdo ahora, que llegó un momento en que el Ministerio de Educación, era una dependen de la Secretaría de Educación de Acción Democrática, desde donde se le obligaba a los educadores a comprar por cuotas en establecimientos de ciudadanos árabes, con los que después se entendían para el “bajate multaus” y como se patentaba la educación privada a cambo de la supervisiones académicas ¿entonces? Aún con ello, hay gente que prefiere aquello de nuevo, que a Chávez y mi planteamiento es que, continúe Chávez, que destruya al país para reconstruirlo sin él y menos con los otros.

Esa es nuestra tragedia y lo peor del cuento, es la responsabilidad de los que se benefician de la situación, solo falta el sangrero, porque sin duda el venezolano no se va a someter a una dictadura y no habrá cárceles para encerrarnos a todos los disidentes, pero ¡cuidado! no hay mal que por bien no venga y las cuentas se cobraran en los verdugo, por aquello que dijera Marco Tulio Cicerón: “El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.

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