jueves, 6 de noviembre de 2008

Picapedrero


Lara:
¡Capital de masacres!

Los asesinatos de personas, hombres, mujeres y animales son de naturaleza humana y el antiguo Testamento da cuenta de matanzas para imponer la voluntad de Dios, tan idénticas como las de la Rusia de Stalin o la .Alemania nazis. De genocidio fue calificado la matazón de indígenas por parte del conquistador español, denunciada por el fraile, Bartolomé de Las Casas que si fue "Defensor del Pueblo" y no el cobarde de Germán Mundaraín, postulado para ese cargo por quien hoy aspira en nombre de una falsa unidad, ser candidato a gobernador del estado Lara.

Genocidio, fue el decreto de "Guerra a Muerte" del Libertador y barbarie la crueldad de José Tomás Boves. El exterminio es otra forma de matar a seres humanos o animales y las masacres se diferencian de las anteriores formas de dar muerte, porque es selectiva, ordenada por alguien en particular, justificada en muchos casos como males menores, evitar epidemias, asegurar el orden público, reducir la delincuencia, salvo la guerra en su exacto sentido, es aborrecible. Masacre, fue la dispuesta por el Rey Herodes, en la búsqueda de Jesús y masacre la ejecutada en "El Amparo" y las ordenadas por jefes militares en el estado Lara. Lo grave de todo ello es la ausencia del debate sobre esas realidades, de allí que en Lara es prohibido que los políticos hablen de las masacres promovida por la policía del estado a excepción de los ciudadanos Víctor Martínez y Nelson Pineda que arriesgaron sus posiciones por denunciar corrupción y asesinatos ordenados desde esa policía. Lo cierto es que el estado Lara, bautizada su capital como del "desarrollo y musical" de Venezuela, ahora capital del "jazz", es la capital de las masacres ante el silencio de sus políticos, sistema judicial, universidades y su Colegio de Abogados.

Al respecto, es de destacar que, solo en los ochos años de la gestión del gobernador Luis Reyes, Reyes se da a conocer de 208 ajusticiamiento policiales, ya antes, en la gestión del jefe de campaña de Freddy Andrade, el mismo, hambriento de sangre como lo ha sido, escopeta en mano, promovía masacres en barriadas barquisimetanas.

La delincuencia sin duda es un azote, pero tiene en buena parte sus justificaciones en esas sociedades de desigualdad y falta de oportunidades para desarrollarse integralmente, pero en Venezuela es una forma de sobrevivencia) pues bien la solución que han encontrado los responsables de la seguridad es mandar a matar a los delincuentes comunes que se diferencian de los delincuentes cívico-militares del chavismo, porque de acuerdo a ellos, el erario público no tiene dolientes.

En las masacres larenses, además de las irresponsables "ordenes" de ejecutarlas -- me resisto a creer salvo prueba en contrario que unos policías las lleven a cabo sin órdenes superiores -- pudiera encontrarse complicidad de jueces y fiscales. Se evidencia también la figura hamponil de "ajustes de cuenta" por parte de funcionarios que viene de delinquir y protegen a los antiguos colegas o hacen negocios que culminan con sus muertes y ello es palpable cuando ocurren esas masacres y asesinatos de policías y se hacen públicos los antecedentes policiales de unos y otros a manera de ejemplo y a ocho años de la masacre de "Los Pocitos" ¿Dónde están sus responsables?

Vistos los hechos comienza a verse una reacción espontanea en familiares y amigos de las víctimas, muchos de ellos militantes del chavismo para quienes…"sin justicia no hay revolución" pero también en las comunidades sienten una tranquilidad con temor, ante la inseguridad y penetración del hampa en los organismos policiales, sumado a la impunidad y es verdad, no hay justicia, el sistema judicial venezolano está al servicio de Chávez Frías. Fíjese como se ordena desde "Aló presidente" no solo investigar a Manuel Rosales que ello no es malo, sino que se ordena condenarlo más no, al padre del presidente acusado de enriquecimiento ilícito. De allí la inquietud del articulista Alberto Vásquez Celis al afirmar…"quienes le damos el justo valor a la justicia nos da terror al escuchar cosas como estas: "ordene la libertad de tres ingenieros implicados en los apagones" Quien es el que da órdenes a un poder ajeno a su ámbito legal o a la fiscalía o al Tribunal Supremo, hay que meter preso a tal gobernante. Estos dos hechos son sin duda atrevidos y carentes de talante democrático"… (El Informador 02.II.08).

Tienen razón entonces los familiares de las personas masacradas por la policía de Lara en acusar al gobernador Luis Reyes del delito de "Lesa Humanidad" y Venezuela tiene suscrito el Estatuto de Roma que permite juzgar a cualquier ciudadano por ese delito que conlleva a los diputados al Consejo Legislativo que negaron la interpelación del mismo -- solo para que informara-- lo que quiere decir que mañana ordenaran a los fiscales y jueces que conozcan de esas causas cerrarlas.

Preguntar por los partidos y sus políticos es necedad pero ¿Qué hacen las Escuelas de Derecho, para indagar en las causas sociales y jurídicas de la criminalidad ¡Nada! y ¿Qué dice el Colegio de Abogados, sobre las impunidades y debilidades del Poder Judicial larense y de ese elefante rojo que llaman fiscalía? ¡Nada! ...que siga el terror

Jorge Ramos Guerra
ardivegmail.com

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