miércoles, 16 de julio de 2008

Picapedrero
La Tiranía de Chávez


Odio eterno al tirano y a tiranías
(Juramento Masónico)


Pudiera ser una necedad preguntarse, a diez años del gobierno del teniente coronel retirado Hugo Chávez, ¿si es un demócrata o un tirano? Esta última calificación nunca les ha gustado a los más conspicuos tiranillos. A ellos, los descubrieron los griegos, cuando inventaban las distintas formas de gobierno como el de los oligarcas, aristócratas o democracias, que generaban en tiranías. Pero para no irnos tras el tiempo, ubiquémonos en la Venezuela republicana y el primer tirano sin duda fue Simón Bolívar en un estado de necesidad: La Independencia, porque el Bolívar constituyentista de 1819 y 1821 es el estadista que consagra las libertades con sentido ideológico. Engels ni Marx, habían postulado la sociedad comunistas, menos Lenin, que si fue un revolucionarios "de diabólica sabiduría" como le llamó Gonzalo Barrios y no un dictadorzuelo como Hitler o Stalin. Pues bien, Hugo Chávez es la más cómica copia de Stalin, para él, la sociedad comunista seria para el pueblo y la de los privilegios para su familia, adulantes y generales sin tropa, que viven del erario público.


"Della Tirannide"…de la Tiranía es un interesante libro de Víctor Alfieri, publicado el año 1800 que debiera ser leído por los políticos busca puestos de Venezuela porque entre otras cosas se verían retratados. La herencia de Bolívar al parecer, sin sus intenciones, fue dejarnos un Bolívar en cada venezolano. Francisco de Paula Santander fue la primera versión, luego Paéz, Guzmán Blanco invento el culto a Bolívar para que se lo rindiesen a él después y Hugo Chávez se cree superior a Bolívar y todo ello degenerando en nepotismo y corruptelas de todo tipo. Si buscamos ejemplos en los civiles, Rafael Caldera ha sido el más terco de los políticos más ambiciosos de la república, le vendió el alma al diablo para conseguir una segunda presidencia cuyos verdaderos resultados se los llevara a la tumba junto a un calculador como Luis Alfaro Ucero, que impusiera una tiranía en Acción Democrática para hacerse candidato presidencial con el aval de los gobernadores adecos reyezuelos de papelillos en sus estado y por allí andan más de uno, enriquecidos gracias a los entendimientos entre el partido que fundara Rómulo Betancourt "para hacer historia" con Luis MIquilena y José Vicente Rangel en nombre de Hugo Chávez.

A juicio del Alfieri (que no Alfaro) Tiranía es…"cualquier régimen que ejerciera un poder ilimitado en contra del bien común. Fuera hereditario o electivo, usurpador o legítimo, bueno o malo, de unos, de pocos o de muchos, la no sujeción a la ley y el ejercicio de la autoridad en función de los intereses privados del gobernante".

Tan sencilla definición encuadra en los diez años de gobierno de Hugo Chávez y no o solo, ha sido el peso de su voluntad sobre la de las Instituciones y los ciudadanos sino que una mirada suya, o el dedo dicta la ley, juzga y sentencia con lo cual en Venezuela no existe Estado de Derecho. El Tribunal Supremo de Justica está al servicio de la tiranía y ello se debe divulgar con nombres y apellidos de los magistrados que conforman al mismo, con sus excepciones, sumémosle la Fiscalía General de la República, garante de la constitucionalidad, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría General de la República, esta última investiga a unos ciudadanos acusados de corrupción como si fuese un tribunal, que debe juzgar y sentenciar, pero no a los ladrones del chavismo, como el padre del presidente de Venezuela. La Asamblea Nacional es manejada por el tirano que se le adelanta a sus designios, cada diputado o diputada chavista es monitoreada por espías cubanos. En conclusión en Venezuela la migaja de democracia la da el mismo Chávez para cubrir ciertas apariencias frente al mundo, lo triste es que, las alternativas son ilusas, solo los medios de comunicación han dado la pelea que no les corresponde porque la política como la entendieron los griegos ha dejado de existir en Venezuela, se pueden contar con los dedos de las manos las excepciones como el caso del sacerdote jesuita Luis Ugalde Rector de la Universidad Católica que en brillante discurso: "Utopía política entre la esperanza y la opresión" al incorporarse a la Academia de Ciencias Jurídicas y Sociales, pasa revista a la situación venezolana con criterios sociológico, histórico y político y ello solo estimula a decir las verdades que otros políticos no quieren decir y unos ciudadanos que tampoco quieren oír, lo que nos puede levar a un suicidio colectivo, para tener que ir a llorar al Valle como dice a los desahuciados.


Remito pues al lector a lo expuesto hace más de doscientos años por Víctor Alfieri a los fines de su propia interpretación: "Se debe dar indistintamente el nombre de tiranía a toda clase de gobierno en el cual la persona encargada de la ejecución de las leyes puede hacerlas, destruirlas, violarlas, interpretarlas, entorpecerlas, suspenderlas o simplemente, eludirlas con la certeza de la impunidad". Piense entonces en la rufianada del Contralor de la República y en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada, como ejemplo de la tiranía chavista y tire en la basura la Constitución de 1999.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com



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