miércoles, 12 de marzo de 2008

Picapedrero
Colorín colorado…

…"Colorín colorado este cuento no a acabado" fue la mancheta del diario "El Nacional" del pasado sábado 8 de marzo, una vez concluida XX Cumbre de Río que desenrolló la crisis provocada tras la muerte del narcotraficante Raúl Reyes, a quien el presidente de Venezuela le guardara un minuto de silencio en franca solidaridad con un secuestrador de oficio, traficante de drogas y asesino por naturaleza y todo en nombre de la liberación de Colombia, de vaina no propuso sepultarlo en el Panteón Nacional y ordena en nuevo curriculum educativo ejemplarizarlo como bienhechor de la humanidad. Por supuesto que todos celebramos el retorno a la normalidad entre pueblo hermanos pero no por ello debe echarse al olvido los hechos que produjeron otros y el ¿Por qué? de la solución del conflicto.
Como se sabe todo comenzó con el retiro de la autorización del gobierno de Colombia al presidente Hugo Chávez para el canje de prisioneros en manos de la guerrilla colombiana (FARC) utilizado por Chávez para su oxigenación internacional, promocionar en Colombia a la senadora Piedad Córdoba y buscar reconocimiento a un movimiento político que comenzó con ideales hasta convertirse en esa banda de narcotraficantes y de secuestradores que lo es hoy, además de insultar al presidente Álvaro Uribe, como es su costumbre con otros Jefes de Estados y muy típico de personas de escasa formación, identificados como "guapos de barrios". Por cierto, el gobierno de Venezuela le ha otorgado la ciudadanía venezolana a la ciudadana colombiana Piedad Córdoba sin cumplir los requisitos constitucionales ¿Qué tal? En fin, todo ello a conciencia del presidente Chávez y su relación con las FARC, es vieja y está enmarcada dentro de su proyecto expansionista de lo que el cree que es una revolución y a la que, se ha sumado los gobiernos de Bolivia y Ecuador, dándole protección y logística a esa guerrilla que nunca fue un secreto y que ha conocido el mundo con la muerte del segundo hombre fuerte de las FARC. Raúl Reyes

En ese orden, Colombia invadió territorio ecuatoriano, condenable de todo punto de vista, pero justificado por su gobierno a tenor del evidente conocimiento por parte del gobierno del Ecuador, porque no se trataba de una presencia ocasional de quienes andan por las montañas, sino que se trataba de un bien equipado campamento. Lógicamente que Ecuador tenía que reaccionar y se justificaba la solidaridad que obligo al gobierno del presidente Álvaro Uribe a reconocer su error y disculparse independientemente de sus razonamientos y hasta allí todo debía continuar bajo el árbitro de la Organización de Estados Americanos (OEA) hasta que el gobierno de Venezuela pantallero como siempre se excedió en su solidaridad y no solo suspende sus relaciones con Colombia sino que amenaza con una guerra, al colocar 10 batallones en sus fronteras que sorprendió al propio ministro de la Defensa –mira mándame 10 batallones para las fronteras, la armada, aviación y ejercito -- dijo Chávez, tan igual como decir –mira ustedes 10, vamos a comernos un sancocho de gallina –situación que nos hizo el hazmerreír del mundo y en repuesta a ello, el gobierno de Colombia ordenó instruir un expediente a nuestro presidente para ser introducido en la Corte Internacional Penal ¡qué vergüenza!

Así llegamos a la Cumbre de Río en Santo Domingo y todo cambio ¿pero a que se debió? Sin duda a la estrategia colombiana que puso al descubierto las relaciones de los gobiernos de Ecuador y Venezuela con las FARC, tras la revelación de documentos encontrados en el computador de Reyes y que una vez evacuadas las prueba por ante la Corte Internacional Penal, quien sabría de sus consecuencias. A nuestro juicio allí estuvo la razón para los sorpresivos discursos del presidente de Nicaragua y el mismo Chávez Frías que dejaron solo al muchacho que gobierna Ecuador que tuvo que salir corriendo para el baño para arreglarse el bisoñé.
¿Sería ello, el costo de la solución de un problema que perjudicaría más al Ecuador y a Venezuela? Admitámoslo que si y una vez al descubierto todo, la lógica indica que el gobierno venezolano no debe continuar sus amoríos con la FARC y no hacer de sus esfuerzos de canje humanitario chances, para sus política internas y externas.
La prudencia debe ser para el presidente Chávez Frías una aliada, dado que no cuenta a su alrededor con mentes lucidas y capaces de hacerle ver que, una cosa es la política interna, el desarrollo de su proyecto y otras las llamadas "políticas de Estado" que comprometen la seguridad y soberanía de la República y por igual, si bien la Constitución de la República le faculta para ser "Comandante en Jefe de la Fuerza Armada y dirigir la política exterior" también es cierto que se tienen órganos de consulta, como el Alto Mando Militar y equipos de internacionalistas en el ministerio de Relaciones Exteriores, precisamente para no ser el hazmeir de los demás.
Emparchados entonces las relaciones con Colombia, es de pensar que Hugo Chávez tendrá tiempo para dedicarse a gobernar en Venezuela donde hay más muertos por la inseguridad, que por la guerrilla de las FARC en Colombia y tiene tiempo para repensar como la corrupción se traga lo poquito que le queda de su Socialismo del siglo XXI, mientras el tiempo se la va como: /Se le fue el tiempo a Henry Suárez Torres /hombre del mundanal universo/de la prosapia humilde caroreña /y de la godarria del Morere/Medico de vocación /amigo del pentagrama/buen hablante y mejor oyente/del buen comer y el buen beber/ político por ciudadanía/de tertulia en tertulia/ a otras barras se nos fue/ sin lamentos/acaso sorpresivamente/como todo alcamonero/ahumeándole a la vida/

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

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