jueves, 23 de diciembre de 2010

Picaapedrero

Juan Vicente González y
Manuel Caballero

A José Gerardo Mendoza Duran

La muerte de Manuel Caballero ha sido sentida en el país, por su afán de historiador, documentado y objetivo, centrado en las figura de Juan Vicente Gómez y Rómulo Betancourt, calificando al primero de “Tirano liberal” y al otro de “Político de nación” dos libros para entender, la Venezuela política del siglo XX. El militarismo, en el ejercicio del poder, los civiles y partidos políticos, la corrupción y la ausencia de debates, en procura de un proyecto de país los cuales fueron tratados con documentos, imaginación, destreza y una memoria admirable en miles de artículos y entrevistas que habrán de compilarse, a los fines de la comprensión de Venezuela. Sobre esos particulares, logre archivar, más de dos centenares y una veintena de entrevistas, publicado todo en nuestro Centenario Diario “El Impulso”, Diario de “Caracas”, Diario “El Nacional”, Diario “El Globo” y Diario “El Universal”, verdaderos ensayos y precisamente, pensando en su fructífera labor de periodista e historiador, me llegó de visita Juan Vicente González, el más grandes de los polemistas del siglo XIX y encontré en su biografía de Lucía Raynero (Biblioteca Biográfica Venezolana Vol. 31) sus opiniones contra Antonio Leocadio Guzmán en sus celebres Catilinarias (1845-1846) donde le llama “bacteria social” advirtiendo el peligro de llegar a poder:…”Tiempo ha que te observo Catilina, que sigo tus pasos y medito seriamente sobre tus proyectos, Durante los últimos meses en que he debido tratarte, sondeado los abismos de tu ambición, descubierto tu malicia y los secretos estímulos que te arrastran…como osas llamarte el centro de los liberales y cómo el paladín de la libertades públicas extrañaran que yo, que soy liberal, que amo la patria y el progreso del espíritu, al ver tui incansable y criminal ansia de subir, y el descaro con que invocas todas las pasiones para conseguirlo, sea el primero en quitar la máscara que te cubre, Catilina, amigo de la libertad para ti y de las cadenas para los otros, que a nombre de esa libertad quieres mandar, cual déspota, y que te ríes en lo interior del nombre santo que veneran los buenos y que no es para ti sino el pretexto de planes interesados y vergonzosos..”

Sin duda, Manuel Caballero conoció el rol de González en las décadas posteriores a 1830, advirtiendo la demagogia ambiciosa y corrompida de Guzmán, típica reencarnación en Hugo Chávez, que para Manuel Caballero constituía …”una figura que intelectualmente no vale nada y que militarmente, por lo visto vale bastante poco, la prueba suprema de un militares que no supo hacer ni siquiera aquello para lo que estaba entrenado, es decir perdió la batalla que había estado preparando desde hacía diez años por lo menos”…El 4 de abril de 2004, Manuel caballero escribió ¿Democracia, dictadura o fascismo? Donde expuso: “Desde 1992 lo venimos repitiendo antes incluso de que apareciese Ceresole: chavismo es fascismo, y del más puro. Si se parece al mussolinismo que al hitlerismo, es solo porque no puede exhibir un racismo de “bestia rubia”. Hoy su análisis es contundente con el agravante de que se trata de una asquerosa fusión cívico-militar corrompida y narcotraficante que encontró en los estómagos vacios de muchos venezolanos una inescrupulosa manera de hacerse del poder que mañana desmoralizará a sus hijos.

Manuel Caballero, interpreto a Simón Bolívar como a él, le hubiese gustado. Aborreció ese bolivarianismo cínico, que nos hace guardar luto eterno que no se tiene para algunos, con sus padres. Manuel Caballero si entendió lo que dijera Bolívar: …” Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad” que para Caballero era una “peste” que en la Venezuela del siglo XXI hay que erradicar, dándole el sentido de la venezolanidad y no, de bandas organizadas. Justo un 17 de diciembre del 2000, Caballero nos hablo de “la venenosa oligarquía militar venezolana”…”Soy venezolano y tengo como tal montada encima mi propia oligarquía, y acaso la peor de todas, una oligarquía que he combatido desde que tengo uso de razón, y que viene saqueando y torturando al pueblo de Venezuela desde hace por lo menos dos siglos: una oligarquía militar”… Es inmenso, entonces el daño que el militarismo corrompido de ayer y hoy narcotraficante le ha hecho a Venezuela y el militarismo decente con sus oficiales y tropas, quieren escuchar de los políticos honestos ¿qué va hacer de ellos? porque el planteamiento del pleito no está en salir de Chávez, como se conversa entre algunos, con ese forajido, hijo de corrupto y padre de corrupto llamado $osé $icente $angel.

Muy tarde llegue a conversar con Manuel Caballero, fue en casa de José Gerardo Mendoza Duran, su esposa e hijos, junto a su hermano Pablo y el profesor Justo Mendoza. Fueron unas horas entre whiskys, vino, y una paella marinera, donde era inagotable de que hablar, que ya debía ser, hasta fastidioso para el historiador, en el que uno veía tener una bola mágica, para encontrar respuesta a nuestro pasado, presente y futuro. En esa ocasión, le comenté a Caballero que escribía la biografía del Obispo Enrique María Dubuc, de su bolivarianismo y espiritismo, con la sorpresa de confesarme que le había entrevistado para el diario del partido comunista, “Tribuna Popular” el año 1958, ese dato fue suficiente para encontrar en la Biblioteca Nacional, una audaz entrevista al sacerdote mejor formado intelectualmente que ha atenido Venezuela y no, estos curita peseteros de Freitez y Rojas, a quienes habrá que juzgarlos, en su debida oportunidad, bajo el más estricto “debido proceso”



¿Dónde está la pluma que llamó a Chávez “lenguaje de portero de burdel” mientras otros le llaman excelentísimo señor presidente?! Claro que los tenemos ¡pero olvidémosno, no están en los partidos. A once años del chavismo, solo piensan en el “quítate tú, para ponerme yo”. El año 2011, Bicentenario de la firma del Acta de Independencia y nuestra primera Constitución, se quedó sin las reflexiones de Manuel Caballero, pero deberá parir al hombre o mujer que le diga al pueblo de Venezuela, lo que está esperando escuchar ¿Qué hacer del país, con y sin Chávez? Y por allí nos iremos. A pesar de todo ¡Feliz navidad!

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

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