miércoles, 20 de octubre de 2010

Picapedrero

De la revolución de octubre de 1945 “ a la robolución chavista”

Del movimiento cívico-militar del 18 de octubre de 1945, hay muchas opiniones encontradas, una de ellas, que no se debió precipitar el proceso democrático que se venía gestando desde 1935, con la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, otros que había que sacar de raíz al gomecismo y la más acertada a nuestro juicio, la del historiador Germán Carrera Damas, para quien durante ese trienio 1945-1948, se echaron las bases, políticas y sociológicas, para la instauración del sistema democrático, pero impedientemente de ello, lo que no se le puede “ningunear” a los jefes democrático de ese movimiento fue, el “desprendimiento para no perpetuarse en el poder” y “lavar con agua y jabón la Administración Pública.

65 años han trascurrido de aquel movimiento inicialmente militar, promovido, por los primeros oficiales profesionales de carrera, que se veían en desventajas con un generalato incompatible con los tiempos y la evidente presión popular por ampliar sus derechos muy identificados con el partido Acción Democrática, lo que obligó a los golpistas militares, a buscarse el apoyo civil y no aparecer, como una reiterativa trastadas del militarismo venezolano. De allí que, el mentor del golpe contra el presidente Isaías Medina Angarita, mayor, Marcos Pérez Jiménez, aceptara la supremacía civil en la Junta de Gobierno que se constituiría y la presencia del ingeniero y asimilado teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud y el mayor Mario Varas. El primero, bien formado e hijo de Ramón Delgado Chalbaud, famoso conspirador contra Juan Vicente Gómez y muerto precisamente en la famosa expedición del buque “Falque” que invadiera las costas cumaneses. Por su parte, Mario Vargas –era hombre clave en la conspiración -- y mostraba afectos a los ideales democráticos por lo cual aportaba su concurso. Pues bien, en ese propósito, estuvo inscrita la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que según anunciara el presidente Betancourt …”Todas las corrientes de pensamiento podían concurrir a la lid comicial estructuradas en partidos políticos y con sus propios candidatos”... que dictaría el primer texto constitucional democrático del país y en consecuencia, elecciones libres, universales y secretas que culminó con la elección de Rómulo Gallegos como presidente, lo que justificaba el decreto de que, ningún miembro de la Junta de Gobierno podría postularse para cargos de elección popular, hecho contrario para un golpista como Chávez, que llegara al poder por votación popular y manipulados otros poderes, justifique una reelección continua, violatoria al principio democráticos de la “alternabilidad”.

La lucha contra la corrupción, además de una vieja deuda – muy bolivariana por cierto – contra el militarismo corrupto que venía gobernando al país, se materializo con el decreto que creaba, un “Jurado de Responsabilidad Civil y Administrativa”, el 27 de noviembre de 1945, para juzgar sumariamente a los funcionarios acusados de “enriquecimiento lícito,” bajo la figura penal de la “inversión de la carga de la prueba” no se quedó en el papel y varios centenares de funcionarios de distintos niveles fueron juzgado, y confiscados sus bienes. Para Rómulo Betancourt, hubo una “erosión moral en la era del petróleo” a su juicio…”Llegó a ser más escandalosa aún, esas peculiar manera de manejar los dineros públicos, cuando emergió Venezuela como país petrolero. El dólar y la libra esterlina introdujeron elementos nuevos de corrupción en las prácticas administrativas del país. Hacer fortunas cuantiosas a la sombre propicia del poder resultó la más acabada expresión de la viveza criolla”…

Hugo Chávez Frías, tenía un decreto, no para juzgar, sino fusilar a los corruptos de haber triunfado en su golpe de 1992, y una de sus promesas electorales fue, la de combatir la corrupción y una cuña suya, hablaba de “freír las cabezas de los corruptos” que para ahuyentarlos, negó haberla ordenado y una vez en el poder, Venezuela y su gobierno militarista chavista, es la meca de la corrupción, y amparo de narcoterroristas. Si para Betancourt, la explotación petrolera causó una “erosión moral” y para Juan Pablo Pérez Alfonso, una “indigestión económica,” para Chávez, la fuente para corromper conciencias nacionales e internacionales, a los fines solo de perpetuarse en el poder y el petróleo, que tanto preocupo a Betancourt y Pérez Alfonso entre muchos, para Chávez es su caja chica y PDVSA, el brazo ejecutor, de las más grandes corruptelas del mundo, basta con solo pensar en la maleta full de dólares, que salió de allí, para los Kistnner en Argentina, los miles de maletines para financiar desestabilidades por el mundo ¡ay! y PDVAL, porque es falso, que proponga un comunismo, no se lo aceptan su corrompida clientela militar y civil, como para complacer a unos trasnochados y medio quedar bien con Fidel Castro, aprueba lo que le llevan, a un hipertrofiado “capitalismo de Estado”. Lo suyo es manipular, en su obsesión autoritaria, que nos llevará a un desenlace impredecible, salvo, el nunca descartado -- para nosotros – porque conócenos a algunos, -- entendimiento bochornoso -- con quienes saben mucho de ello y para lo cual, tiene a Luis Miquilena y José Vicente Rangel, expertos en esas situaciones.

La historia, debe recoger finalmente que, el 18 de octubre de 1945, demostró la rapacidad militar en Venezuela, que los civiles Rómulo Betancourt, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios, Raúl Leoni y Edmundo Fernández, supieron aprovechar, para hacer sus sueños de juventud…”Una Venezuela libre y de los venezolanos” y tal fue la frustración de los militares Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez, que el 24 de noviembre de 1948, derrocarían la naciente democracia hasta 1958, que comenzaría otra historia. De manera que, el 18 de octubre de 1945, si se produjo la una revolución en Venezuela, lo de Chávez, es una aventura personalista, definida como “Robolución”.

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