miércoles, 22 de abril de 2009

Picapedrero

¡Viendo a Ledezma, me sentí cobarde!


Me acordé entonces de la madrugada del 23 de enero de 1958 y el pueblo barquisimetano en la calle, celebrando la caída del gobierno militarista, asesino y corrupto de Marcos Pérez Jiménez. Años después comencé a militar en Acción Democrática, me entusiasmaban el carácter y los discursos de Rómulo Betancourt y el respeto y admiración que se le tenían a Eligio Anzola Anzola, Dori Parra de Orellana, Teodoro Meléndez Penso, Miguel Romero Antoni Dolores Lara, las hermanas Bujanda entre muchos más, que veían de ser perseguidos por la dictadura y al partido se le llamaban “del pueblo” fue el tiempo de instaurar la democracia y enfrentarse a los comunistas criollos y al invasor de Fidel Castro que si ayer quería apoderarse de nuestro petróleo, hoy nos lo chulea en manos del golpista de Hugo Chávez Frías, el mismo que el condenara el año de 1992 y que tiene metido entre ceja y ceja que es el dueño de la América y que dio pena ajena en la Cumbre de las América, limosneándole un saludo al presidente del Imperio.

Mientras el teniente coronel, cantinflea por el mundo, Venezuela es un terror, jueces asalariados al servicio de Chávez instruyen expedientes y sus policía expían al adversario político para alimentar el odio que tapan las corruptelas de la familia presidencial para abajo, porque no se puede ser chavista sin ser corrupto y me remito a la negativa de desconocerse la respectiva Declaración Jurada de Bienes, en Lara, el mejor secreto guardado por el Contralor de cuatro administraciones sin rendir cuenta, pero más grave aún, aquella Acción Democrática larense tuvo por candidato a gobernador y tiene por jefe a quienes negociaron con el chavismo, el actual Tribunal Supremo de Justicia razones entre otras por las cuales abandoné al viejo “Partido del Pueblo”

Viendo a Ledezma a través de de los medios de comunicación defender su legitima Alcaldía, solo, Constitución en mano, rodeado si de mucho pueblo, me respondí a mi mismo –yo no soy cobarde—desde que el doctor Juan Manuel Carmona me dijera póngale el título a su columna no he dejado de interpretar el sentimiento nacional del peligro que representa Hugo Chávez Frías para el desarrollo de Venezuela, sus valores morales, su patrimonio histórico y la tranquilidad de sus ciudadanos y para ello había que establecer responsabilidades que hieren, había que decir que Acción Democrática y Copei, cuando se corrompieron muchos de sus dirigentes habían dejado de ser representantes del pueblo, que la alcahuetería entre ambos fue su sepultura, pero haber negociado con Chávez es su karmas más fuerte, porque no ha habido rectificaciones, replanteamientos ideológicos y programáticos, sino la maquinita aquella que inventara Luis Alfaro Ucero para apoderarse del partido y el no reconocer aquello los tiene en la proximidad de la liquidación. Se ha dicho que, tengo un discurso anti partido ¡jamás! He pedido que se le haga oposición a este gobierno corrupto, que algunos político se laven la cara con agua y jabón, porque están encochinados, que vallan a las Universidades a conversar con los estudiantes, que dejen de chantajear con el fufado Padrón Electoral, que le den oportunidades a sus mejores mujeres y hombres, que se discutan idea, no se negocie y mientras ello no se haga, Chávez continuara en el poder.

Viendo a Ledezma solo, sin los llamados dirigentes de la oposición me dije --hay Chávez para rato-- y ello me complace, porque en 10 años de desastre, no hemos aprendido. No conozco, salvo el movimiento que líderiza Miguel Enrique Otero, los editoriales de “Tal Cual” y “El Impulso” y algunos columnistas, análisis certeros de la tragedia del país, que al parecer, va ser lo económico la punta de lanza de una explosión social, donde la milicia geriátrica chavista, matara a venezolanos, pueda entonces que, en las lamentaciones comprendamos que tenemos que reconstruir al país y ello se hace con sus organizaciones políticas y privadas que ofrezcan voluntades y no que vendan franquicias.

Con Hugo Chávez, preparémonos para lo peor, convirtámonos en un Antonio Ledezma, mirémonos en el espejo de los comisarios, Vivas, Forero y Simónovis y en el pellejo de Manuel Rosales frente a esa amenaza de Chávez de que su “revolución es pacifica pero esta armada” ¡Cobarde! así no se trata a un pueblo y lo suyo no es un revolución, sino una robolución y esta armada sin dudas, porque son muchos los millones de bolívares sustraídos del erario público ¡comiencen a matar entonces!

En Lara, es un reclamo de la sociedad civil que se conforme un liderazgo colectivo independientemente de las acciones propia de cada organización o red, como le llaman ahora y desde cada lugar de trabajo o estudio y el llamado tiene que ser para los jóvenes, porque es a ellos a quienes el chavismo quiere cercenar su futuro, pero basta del figurín, como diciendo aquí estoy yo, pero en el Sambil o las Trinitarias, es en la calle donde deberemos estar.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

¡Viendo a Ledezma, me sentí cobarde!


Me acordé entonces de la madrugada del 23 de enero de 1958 y el pueblo barquisimetano en la calle, celebrando la caída del gobierno militarista, asesino y corrupto de Marcos Pérez Jiménez. Años después comencé a militar en Acción Democrática, me entusiasmaban el carácter y los discursos de Rómulo Betancourt y el respeto y admiración que se le tenían a Eligio Anzola Anzola, Dori Parra de Orellana, Teodoro Meléndez Penso, Miguel Romero Antoni Dolores Lara, las hermanas Bujanda entre muchos más, que veían de ser perseguidos por la dictadura y al partido se le llamaban “del pueblo” fue el tiempo de instaurar la democracia y enfrentarse a los comunistas criollos y al invasor de Fidel Castro que si ayer quería apoderarse de nuestro petróleo, hoy nos lo chulea en manos del golpista de Hugo Chávez Frías, el mismo que el condenara el año de 1992 y que tiene metido entre ceja y ceja que es el dueño de la América y que dio pena ajena en la Cumbre de las América, limosneándole un saludo al presidente del Imperio.

Mientras el teniente coronel, cantinflea por el mundo, Venezuela es un terror, jueces asalariados al servicio de Chávez instruyen expedientes y sus policía expían al adversario político para alimentar el odio que tapan las corruptelas de la familia presidencial para abajo, porque no se puede ser chavista sin ser corrupto y me remito a la negativa de desconocerse la respectiva Declaración Jurada de Bienes, en Lara, el mejor secreto guardado por el Contralor de cuatro administraciones sin rendir cuenta, pero más grave aún, aquella Acción Democrática larense tuvo por candidato a gobernador y tiene por jefe a quienes negociaron con el chavismo, el actual Tribunal Supremo de Justicia razones entre otras por las cuales abandoné al viejo “Partido del Pueblo”

Viendo a Ledezma a través de de los medios de comunicación defender su legitima Alcaldía, solo, Constitución en mano, rodeado si de mucho pueblo, me respondí a mi mismo –yo no soy cobarde—desde que el doctor Juan Manuel Carmona me dijera póngale el título a su columna no he dejado de interpretar el sentimiento nacional del peligro que representa Hugo Chávez Frías para el desarrollo de Venezuela, sus valores morales, su patrimonio histórico y la tranquilidad de sus ciudadanos y para ello había que establecer responsabilidades que hieren, había que decir que Acción Democrática y Copei, cuando se corrompieron muchos de sus dirigentes habían dejado de ser representantes del pueblo, que la alcahuetería entre ambos fue su sepultura, pero haber negociado con Chávez es su karmas más fuerte, porque no ha habido rectificaciones, replanteamientos ideológicos y programáticos, sino la maquinita aquella que inventara Luis Alfaro Ucero para apoderarse del partido y el no reconocer aquello los tiene en la proximidad de la liquidación. Se ha dicho que, tengo un discurso anti partido ¡jamás! He pedido que se le haga oposición a este gobierno corrupto, que algunos político se laven la cara con agua y jabón, porque están encochinados, que vallan a las Universidades a conversar con los estudiantes, que dejen de chantajear con el fufado Padrón Electoral, que le den oportunidades a sus mejores mujeres y hombres, que se discutan idea, no se negocie y mientras ello no se haga, Chávez continuara en el poder.

Viendo a Ledezma solo, sin los llamados dirigentes de la oposición me dije --hay Chávez para rato-- y ello me complace, porque en 10 años de desastre, no hemos aprendido. No conozco, salvo el movimiento que líderiza Miguel Enrique Otero, los editoriales de “Tal Cual” y “El Impulso” y algunos columnistas, análisis certeros de la tragedia del país, que al parecer, va ser lo económico la punta de lanza de una explosión social, donde la milicia geriátrica chavista, matara a venezolanos, pueda entonces que, en las lamentaciones comprendamos que tenemos que reconstruir al país y ello se hace con sus organizaciones políticas y privadas que ofrezcan voluntades y no que vendan franquicias.

Con Hugo Chávez, preparémonos para lo peor, convirtámonos en un Antonio Ledezma, mirémonos en el espejo de los comisarios, Vivas, Forero y Simónovis y en el pellejo de Manuel Rosales frente a esa amenaza de Chávez de que su “revolución es pacifica pero esta armada” ¡Cobarde! así no se trata a un pueblo y lo suyo no es un revolución, sino una robolución y esta armada sin dudas, porque son muchos los millones de bolívares sustraídos del erario público ¡comiencen a matar entonces!

En Lara, es un reclamo de la sociedad civil que se conforme un liderazgo colectivo independientemente de las acciones propia de cada organización o red, como le llaman ahora y desde cada lugar de trabajo o estudio y el llamado tiene que ser para los jóvenes, porque es a ellos a quienes el chavismo quiere cercenar su futuro, pero basta del figurín, como diciendo aquí estoy yo, pero en el Sambil o las Trinitarias, es en la calle donde deberemos estar.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

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