miércoles, 15 de abril de 2009

Picapedrero




¡Llego Chávez!
¿y va para el hospital?


Después de una gira mil millonaria, llegó a Venezuela el presidente Chávez. Irán, Qatar, China y Japón. fueron esta vez sus prioridades, a donde fue a esperar la orden de condenar a cadena perpetua, a los comisarios Forero, Vivas y Simónovis, el arresto al héroe del 11 de abril Raúl I Baduel y la paliza que le propinaran a Manuel Rosales. Finalmente llegó a la Habana, a rendirle cuentas al cadáver insepulto de Fidel Castro, con miras a sabotear la Cumbre de las Américas, a lo que previamente reunirá a su “cumbrecita” de vividores del petróleo venezolano. Chávez insiste, en ser líder del mundo a pesar de que nadie le para a sus voluntades de serlo. Este viajecito del presidente, acompañado de 80 personas le costó a la nación un millón trescientos mil dólares, que permitirán endeudarse con el Japón, se trata de algo así como de 5.000 millones de bolívares de los viejos, mientras el Hospital “Antonio María Pineda” de Barquisimeto colapsa, que no es de extrañar una protesta de convalecientes y difuntos a espera de autopsias. En esa botadera de dinero, el país regresa de una semana de bonche, donde los perdedores fueron los comerciantes, porque al menos la gente ha aprendido que si se llevan la comida y la cañita, les sale más económico que adquirirlo en los lugares de descanso y en pocas horas, empacaremos de nuevo, con el puente patriótico del 19 de abril y el 1º de mayo, donde no habrá nada que celebrar, porque el aumento ya se decretó y se está consumiendo con arroz norteamericano que trae PDVSA como venezolano ¿Qué nos pasa?

A todas estas, no hay momento del día en que no se nos pregunte ¿hasta cuando esta situación? ¿Hasta dónde esa especie de impotencia, decidida y silencio que enerva? Todos pensamos en una sola cosa, nuestros hijos, incluyendo a los chavistas por necesidad, que sienten sobre sus espaldas un mea culpa, que no se lo merecen, porque son víctimas de aquella expresión del doctor Rafael Caldera, al día siguiente del frustrado golpe de Chávez, para preguntarle en voz alta a él en particular, si mejoró la situación de aquella Venezuela donde según él: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de la subsistencia, cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a los ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la institucionalidad. Esta situación no se puede ocultar”.

Tan lapidarios conceptos, de quien cosecharía la presidencia de Venezuela 1994-1999 y en cuya cara, Chávez se juramentara llamando “moribunda” a la Constitución que le reconoció su triunfo electoral y el sobreseimiento de su causa, debiera de ser grabada en la mente de cada venezolano, para no solo encontrar repuesta en el golpe del año 1992, al decir de Rafael Caldera, sino para comprender que, “sin liberad y democracia” no tendremos con que comer y menos “ponerle coto definitivo al morbo terrible de la corrupción” y con Chávez lo estamos perdiendo. No podríamos negar el apego a la Constitución del doctor Rafael Caldera y sus luchas por la democracia a pesar, de ser a nuestro juicio, el primer autócrata de la democracia Venezolana y desconocemos su estado de salud, dada su avanzada edad, para que nos respondiera acerca de su citada conclusión y su posterior presidencia en aquellos tiempos que pusieron en bandeja de plata a Chávez en el poder y su autocracia corrompida y megalómana, ahora con unos jueces y fiscales del “horror” chavista y de la corrupción que anida en los pozos petrolero?

Es triste pensar que, llegó Chávez de su viaje al estilo de los “Sultanes árabes” y al parecer tiene negociado el Golfo de Venezuela y la entrega definitiva del Esequivo. Es triste pensar que, tendríamos que esperar que se muera Fidel Castro, para que en Cuba, le vean la luz al túnel y paz en Venezuela y que los norteamericanos no nos compren más petróleo para comer piedras y que miles de chavistas tiene sus cuentas fuera de Venezuela producto de la corrupción. ¡Llego Chávez! como me gustaría que a Rosales se le probara enriquecimiento ilícito ¡ah! pero también a los Chávez Frías de Barinas y le revisáramos las cuentas a contra pelo de sus Declaraciones juradas de Bienes, comenzando con el rufián que tenemos de Contralor ¿Por qué eso no se puede hacer? ¡Ah! porque son rojos, rojitos.

¡Llegó Chávez! ¿va para el hospital? al parecer no va a tocar ¡por ahora! Al gobernador Henry Falcón, cuya Declaración Jurada de Bienes se desconoce, igual la de la ciudadana alcaldesa de Barquisimeto, pero la tragedia que padece el Hospital Antonio María Pineda, ni frio ni calor les da y cuya situación con fotos y texto que nos ha mostrado el periodista Juan Diego Vílchez Balbuena, en este diario “El Impulso” producen indignación para los galenos, enfermeras, pasantes y sus pacientes, ante la corrupción y malversación chavista ¡Llego Chávez! ¿va para el hospital? ¿Cuántos morirían el pasado domingo 12, cuando se conmemoró la resurrección de Jesucristo? Aún con ello, con bambalinas y serpentinas se anuncia una maternidad para Cabudare ¿Donde están los recursos? ¿Entonces a quien engañan?

¡Llego Chávez! pongámonos pues “alpargatas, porque lo que viene es joropo” Como dijera el ex presidente Luis Herrera Campins.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com
¡Llego Chávez!
¿y va para el hospital?


Después de una gira mil millonaria, llegó a Venezuela el presidente Chávez. Irán, Qatar, China y Japón. fueron esta vez sus prioridades, a donde fue a esperar la orden de condenar a cadena perpetua, a los comisarios Forero, Vivas y Simónovis, el arresto al héroe del 11 de abril Raúl I Baduel y la paliza que le propinaran a Manuel Rosales. Finalmente llegó a la Habana, a rendirle cuentas al cadáver insepulto de Fidel Castro, con miras a sabotear la Cumbre de las Américas, a lo que previamente reunirá a su “cumbrecita” de vividores del petróleo venezolano. Chávez insiste, en ser líder del mundo a pesar de que nadie le para a sus voluntades de serlo. Este viajecito del presidente, acompañado de 80 personas le costó a la nación un millón trescientos mil dólares, que permitirán endeudarse con el Japón, se trata de algo así como de 5.000 millones de bolívares de los viejos, mientras el Hospital “Antonio María Pineda” de Barquisimeto colapsa, que no es de extrañar una protesta de convalecientes y difuntos a espera de autopsias. En esa botadera de dinero, el país regresa de una semana de bonche, donde los perdedores fueron los comerciantes, porque al menos la gente ha aprendido que si se llevan la comida y la cañita, les sale más económico que adquirirlo en los lugares de descanso y en pocas horas, empacaremos de nuevo, con el puente patriótico del 19 de abril y el 1º de mayo, donde no habrá nada que celebrar, porque el aumento ya se decretó y se está consumiendo con arroz norteamericano que trae PDVSA como venezolano ¿Qué nos pasa?

A todas estas, no hay momento del día en que no se nos pregunte ¿hasta cuando esta situación? ¿Hasta dónde esa especie de impotencia, decidida y silencio que enerva? Todos pensamos en una sola cosa, nuestros hijos, incluyendo a los chavistas por necesidad, que sienten sobre sus espaldas un mea culpa, que no se lo merecen, porque son víctimas de aquella expresión del doctor Rafael Caldera, al día siguiente del frustrado golpe de Chávez, para preguntarle en voz alta a él en particular, si mejoró la situación de aquella Venezuela donde según él: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de la subsistencia, cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a los ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la institucionalidad. Esta situación no se puede ocultar”.

Tan lapidarios conceptos, de quien cosecharía la presidencia de Venezuela 1994-1999 y en cuya cara, Chávez se juramentara llamando “moribunda” a la Constitución que le reconoció su triunfo electoral y el sobreseimiento de su causa, debiera de ser grabada en la mente de cada venezolano, para no solo encontrar repuesta en el golpe del año 1992, al decir de Rafael Caldera, sino para comprender que, “sin liberad y democracia” no tendremos con que comer y menos “ponerle coto definitivo al morbo terrible de la corrupción” y con Chávez lo estamos perdiendo. No podríamos negar el apego a la Constitución del doctor Rafael Caldera y sus luchas por la democracia a pesar, de ser a nuestro juicio, el primer autócrata de la democracia Venezolana y desconocemos su estado de salud, dada su avanzada edad, para que nos respondiera acerca de su citada conclusión y su posterior presidencia en aquellos tiempos que pusieron en bandeja de plata a Chávez en el poder y su autocracia corrompida y megalómana, ahora con unos jueces y fiscales del “horror” chavista y de la corrupción que anida en los pozos petrolero?

Es triste pensar que, llegó Chávez de su viaje al estilo de los “Sultanes árabes” y al parecer tiene negociado el Golfo de Venezuela y la entrega definitiva del Esequivo. Es triste pensar que, tendríamos que esperar que se muera Fidel Castro, para que en Cuba, le vean la luz al túnel y paz en Venezuela y que los norteamericanos no nos compren más petróleo para comer piedras y que miles de chavistas tiene sus cuentas fuera de Venezuela producto de la corrupción. ¡Llego Chávez! como me gustaría que a Rosales se le probara enriquecimiento ilícito ¡ah! pero también a los Chávez Frías de Barinas y le revisáramos las cuentas a contra pelo de sus Declaraciones juradas de Bienes, comenzando con el rufián que tenemos de Contralor ¿Por qué eso no se puede hacer? ¡Ah! porque son rojos, rojitos.

¡Llegó Chávez! ¿va para el hospital? al parecer no va a tocar ¡por ahora! Al gobernador Henry Falcón, cuya Declaración Jurada de Bienes se desconoce, igual la de la ciudadana alcaldesa de Barquisimeto, pero la tragedia que padece el Hospital Antonio María Pineda, ni frio ni calor les da y cuya situación con fotos y texto que nos ha mostrado el periodista Juan Diego Vílchez Balbuena, en este diario “El Impulso” producen indignación para los galenos, enfermeras, pasantes y sus pacientes, ante la corrupción y malversación chavista ¡Llego Chávez! ¿va para el hospital? ¿Cuántos morirían el pasado domingo 12, cuando se conmemoró la resurrección de Jesucristo? Aún con ello, con bambalinas y serpentinas se anuncia una maternidad para Cabudare ¿Donde están los recursos? ¿Entonces a quien engañan?

¡Llego Chávez! pongámonos pues “alpargatas, porque lo que viene es joropo” Como dijera el ex presidente Luis Herrera Campins.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

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