miércoles, 11 de marzo de 2009

Picapedrero



"Del Pretor Romano
al jurista de hoy"

Al doctor Ricardo Hernández Alvarez

Es el título de la más reciente obra del doctor José Rafael Mendoza, a quien para poder hablar del mismo, hay que repetir lo que decía la gente de la Venezuela culta de antes:--quitarse el sombrero-- una manera de respeto .El libro, contiene su Tesis de Grado, titulada “La orfandad civil del hijo adulterino al Patre”, unos discursos y artículos, todo lo cual muestra al abogado estudioso, al magistrado que llegó hacer y al jurista que supo interpretar la ley. Estos calificativos lo ha escuchado el doctor José Rafael Mendoza en su larga vida que llena de orgullo a los suyos, pero también al Foro larenses que cuenta con una larga lista de abogados y abogadas hechuras de él, prestigiando a una profesión hoy lamentablemente cuestionada, no tanto por las fallas en la formación, sino más grave aún, por las manipulaciones que desde las altas esferas del poder se asumen como políticas de Estado dentro del Poder Judicial, para imponer un régimen de gobierno contrario a la mismísima Constitución que se dictara para “refundar la República”

La Tesis, “La orfandad civil del hijo adulterino” para optar al grado de Doctor en Ciencias Políticas de José Rafael Mendoza, estuvo inscrita justo en el momento en que el hijo adulterino en Venezuela estaba desvalido de derechos que ,con el tiempo fueran reconocidos, es decir que su aporte fue visionario, producto del estudio del derecho y enmarcado en el principio de equidad, Desde entonces, el doctor José Rafael Mendoza, hizo de su profesión un magisterio ciudadano que se ha venido a menos en la Venezuela de los últimos años del siglo XX y primeros del XXI. Hemos vuelto hacer lo que alguien llamó “Una república sin ciudadanos” con un sistema judicial desmoralizado. Es cierto que la democracia ha sido fundamentada en leyes, pero no menos cierto es que, los llamados a aplicarla e interpretarla no han sido los mejores. Es cierto, que durante la llamada cuarta República, Acción Democrática y Copei, en las personas de Rafael Caldera y Gonzalo Barrios, discutían nombres para integrar la antigua Corte Suprema de Justicia y el Consejo de la Judicatura donde fuera presidente José Rafael Mendoza y un recordado barquisimetido, Hugo Rivas Franco, pero lo primero que aquellos señores indagaban, eran los curriculum de los aspirantes a esas posiciones, sus publicaciones, doctorados, sentencias y la carera judicial ejercida en el tiempo. Invito a quien nos lee, que compare los curriculum de los magistrados actuales del Tribunal Supremo de Justicia y de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura que sustituyera al Consejo de la Judicatura y los compare con los de aquellos y observaran la ausencia de estudio y de ética. Ello es triste y más doloroso conocer a quienes se nos fueron y ver lo que nos queda.

La Interpretación de la ley tiene en José Rafael Mendoza una divisa jurídica dentro del axioma “Se deduce la regla del derecho, no el derecho de la regla” y aunado a ello entre los apéndice de su libro, el doctor Mendoza nos da el perfil del Juez: …“Luego de examinar algunos principios jurídicos con los cuales se puede realizar el derecho justo es forzosa la conclusión de que el juez es tan importante como la ley, máxime en ocasiones cuando para la realización de la justicia es menester algo más que las enseñanza de las escuelas de la Interpretación Auténtica, de Exégesis y de la Interpretación sistemática y de la doctrina del derecho justo” …

Resulta que, en la Venezuela mil millonaria, la que se da el lujo de comprar submarinos y aviones rusos para una Fuerza Armada degradada y carente de profesionalismo militar, no pasemos de 2.000 y tantos jueces, cuando existe una población de 23.000 procesados, no llegamos a 600 fiscales del Ministerio Público y en sus escritorios, reposan 6.000 a 10.000 mil expedientes y están a la espera de que, Miraflores le baje la interpretación a la ley, a tenor de la revolución, bien seguro, según el criterio de abogados cubanos. No hay derecho a la malversación de fondos y corrupción en el llamado proyecto de “Ciudades Judiciales”, sea prófugo de la justicia un ex magistrado del Tribunal Supremo y este se haga el loco a conciencia que, algún día la justicia se impondrá y se deberá exigir cuentas.

El doctor José Rafael Mendoza, titulo a su libro del “Pretor Romano al jurista de hoy”, y ese título expuesto por su autor con la mayor buena fe, que caracteriza al doctor Mendoza, porque me consta su rectitud, a mi me dio por interpretarlo en el marco de la magistratura venezolana de hoy cuando afirma Mendoza: …”los miembros del Poder Judicial se le debe escoger sólo entre los abogados de mayor preparación científica, con mayor espíritu crítico y creativo para que puedan cumplir satisfactoriamente la función, más delicada y difícil que dentro de la sociedad le corresponde al hombre”…

Pregunto entonces, pregunto, como dice el licenciado Víctor Barranco Castillo ¿Del Pretor Romano al Jurista de hoy que hay?

Jorge Ramos Guerra
ardive@gmail.com

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