jueves, 9 de agosto de 2007

La marramucia constitucional

Picapedrero

La marramucia constitucional

Fue Andrés Bello, en El Araucano de Santiago de Chile 1836, del criterio de que, elaborar constituciones "eran bastantes fáciles" dado el avance "en nuestros tiempos de la ciencia social" "pero conocer a fondo, la índole y las necesidades de pueblos a quienes deben aplicarse la legislación…no es lo más común en la infancia de las naciones" En otro aparte de su ensayo "La República y su autonomía cultural" dice: " la ciencia de la legislación, poco estudiada entre nosotros cuando no teníamos parte activa en el gobierno de nuestros países, no podía adquirir desde el principio de nuestra emancipación todo el cultivo necesario, para que los legisladores americanos hiciesen de ellas meditadas, juiciosas y exactas aplicaciones y adoptasen, para la formación de las nuevas constituciones, una norma más segura que la que pueden presentarnos abstracciones y reglas generales"..
Por supuesto que, al presidente Hugo Chávez Frías le dará igual lo que pensara o no un "escuálido como Andrés Bello," que se salvó de la vorágine política venezolana, haciendo de Chile su país y en verdad oír hablar en el país de Chávez de "ciencia de la legislación" o de recomendaciones "meditadas, juiciosas" al elaborar una Constitución, nos resulta inimaginable y a sus discursos y acciones nos remitimos, para luego escuchar de un miembro de la Comisión Presidencial para la Reforma Constitucional como Carlos Escarrá, anunciarle al país que, solo Chávez Frías le pondrá "el rabito é cochino" a la nueva Constitución es para avergonzarse además del repugnante e impositivo "solo él" ¡por favor! ¿Con qué derecho se anuncia una Constitución divulgada por gotas? Lo que sin duda constituye un irrespeto a los venezolanos, que nos motiva a sobradas advertencia, de lo que desde ahora no puede calificarse sino de, una "marrarnuncia constitucional" para hacerse del poder sobre la corrupción que permite la ingesta petrolera.
¿Qué es una Constitución? Sino el gran acuerdo nacional para construir una nación donde todos sus ciudadanos puedan desarrollarse integralmente, establecerse las reglas del juego político, los deberes y derechos de esos ciudadanos, el respeto a los universales principios de la libertad, igualdad y justicia, es decir un compromiso colectivo y reciproco y no esa marramucia que se elabora entre gallos y medianoche a la espera que el "Jefe" le ponga "el rabito é cochino". Expresiones estas deplorables, ¿pero que puede salir de una constitución que está a la espera de un "rabito é cochino" sino una "vagabundería, bribonada, sinvergüencería, pillería"? de acuerdo a la definición que de de marramucia hace el Diccionario del Habla actual de Venezuela de Núñez y Pérez (UCAB
¿En qué país del mundo se puede irrespetar tanto a un pueblo, que como nunca antes, había cifrado sus esperanzas políticas en un líder político? Como recuerdo ahora que, cuando se llegó a negociar la candidatura de la señora Irene Sáez, durante el proceso electoral de 1998, le confesé al entonces presidente de Acción Democrática Pedro parís Montesino, que si ello era así, yo renunciaría al partido y votaría por Hugo Chávez Frías, porque observaba en él ideas para un país, cuyos partidos las habían olvidado ¿Pero, que ha quedado de aquellas fraudulentas ideas, sino corrupción para comprometer lealtades, destruyendo Instituciones y peor aún, dividiendo a la sociedad venezolana para no hablar, de la del continente.
Definitivamente, es en las constituciones, donde nuestros dictadores han querido aferrarse al poder, pero mostrándole al mundo ciertas bondades como los actuales Consejos Comunales, especie de trampa caza bobos, que no es más que la fragmentación del poder en detrimento de un proceso de descentralización político administrativo que puede tener fallas pero que malo no ha sido y luego la absurda creencia de un Chávez convertido en "Padre Hijo y Espíritu Santo", pero no santificado sino dispuesto a mirar de reojo a quien se le ocurra contradecirle y ello no es democrático y de nuevo hay que citar al Bolívar Libertador y no al bolivita de Chávez, cuando aquel, le jura al Congreso Constituyente de Colombia (1830) ser "feliz, si al admitir mi renuncia nombráis de presidente a un ciudadano querido de la nación; ella sucumbiría si os obstinaseis en que yo la mandara. Oíd mis súplicas; salvad la República; salvad mí gloria que es de Colombia.
Resulta entonces que, la Constitución de 1999, llamada "Bolivariana" especie de pase de cortesía, anunciada al mundo como la mejor, va hacer reformada de espaldas del pueblo, para imponerse una presidencia vitalicia, por lo cual se requiere coartarle al pueblo, a ese mismo que hoy se le irrespeta, las conquistas históricas y democráticas lograda a base de sangre, como serian los Derechos Humanos, suscritos por Venezuela, una vez que venza el tiempo de vigencia de los mimos, y esos Derechos Humanos, además de la vida, la familia, el trabajo, la libertad de conciencia y de expresión estarían en la mira, para frenar la disidencia y hasta el más modesto destino humano que cada quien quiera escoger para sí y los suyos, en paz como debe ser.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gamil.com

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