miércoles, 7 de abril de 2010

Picapedrero

De la "Patria Boba"

a la patria chavista

Algunos historiadores venezolanos han coincidido en llamar “Patria
Boba” la que surgiría entre el 19 de abril de 1810 y culminaría con el
terremoto de 1812, que inspirara a alguien, a escribir sobre la pared
de alguna esquina caraqueña. /Un jueves santo lo hicieron/ y un jueves
Santo la pagaron/ La referencia en cuestión, estaba dirigida al
llamado acto de “Declaración de la Independencia” con el terremoto que
azotara a buena parte del país, precisamente un jueves Santo, a menos
de un año de la firma del Acta de Independencia y su primera
constitución. Movimiento telúrico utilizado por la Iglesia católica,
como un castigo de Dios a la ruptura de los nexos que le ataban a la
Corona española. Ante aquel fanatismo irresponsable el joven Simón
Bolívar llamaría a enfrentar la naturaleza si se oponía a los
designios de ser libres y una guerra larga fue el costo
para construir una nación llamada Colombia que naciera y muriera con él.

Aquella "Patria Boba", nos remite a la patria chavista, justo en el
Bicentenario de un hecho no casual, “persuasivo” como fuera calificado
en el acta del cabildo, que recoge la renuncia del gobernador español
Vicente Emparan y la excusa de que ante la ocupación francesa a
España, era de derecho, ejercer la soberanía que reside en el pueblo,
en cuyo nombre actuaban. Para aquel tiempo era del conocimiento
europeo, en principio del maltrato y explotación quede los primeros
habitantes hicieron los conquistadores españoles y luego el desprecio
mercantilista que tuvo la Corona con sus colonias a extremos que por
más de ochenta años estuvo bajo los intereses de los alemanes y su
compañía Guipuzcoana. Luego, seria Francisco de Miranda, el Precursor
de la Independencia y de sus proyectos de constituciones y la célebre
conspiración de Manuel Gual y José María España el año de 1789, el
primer movimiento independentista organizado intelectualmente, bajo un
programa mínimo de acciones, develado el criminal castigo a Gual y
España. De manera que, a la disponibilidad política de aquellos, lució
oportuno el 19 de abril de 1810 y 1811, más no, con una voluntad
colectiva, más si de intereses económicos políticos, porque la
mentalidad era la propia de súbditos y el concepto de ciudadano,
desconocido, la desestabilizad política terrible imponiéndose
entonces el terrory la entrega de Miranda a los españoles, nos llevo a
una guerra sin cuartel.

La falta de voluntad ciudadana, fue la armazón de la “Patria Boba” y
Bolívar la retrata, en su “Manifiesto de Cartagena” que una lectura
imaginaria, nos ubicaría en la patria de Chávez y salvo, a los avances
científicos y tecnológicos estamos todavía en el año 1830, que para
don Mariano Picón Salas, seria en 1935, tras la muerte de Juan Vicente
Gómez, cuando ingresaríamos al siglo XX. Para 1949, el mismo Picón en
su libro “Comprensión de Venezuela nos dice:..”El dinero fácil
compraba los hombres los hundía en el carnaval de favores,
humillaciones e indignidades. Unos ingenieros yanquis habían
descubierto el petróleo y la riqueza fiscal mal administrada servía
para la corrupción cotidiana de almas”... ¿Qué diría entonces, de
analizar los once años de Hugo Chávez Frías en el poder?

Lo primero en destacar de la “Patria Boba”, a la patria chavista es la
ausencia de conciencia ciudadanía. La Independencia sirvió para las
apetencias de militares corrompidos, Páez, los Monagas, Guzmán Blanco,
Gómez, Pérez Jiménez suman un siglo de despotismo, corrupción y
atraso. De nada han valido los esfuerzo de enseñar a leer y escribir,
masificando la educación y metiéndonos entre los ojos que, el sistema
democrático es, el más conveniente a nuestros ideales, cuando no, se
nos forma como “ciudadanos” a quienes, se nos da el derecho a opinar y
manifestarlo públicamente, siempre que no moleste al gobierno. Se nos
llama pitiyanquis, pero unos comunistas cubanos, pagados con dineros
públicos nos espían. La separación de poderes, recibe órdenes desde el
programa “Aló presidente”. La disidencia se criminaliza y todo aquel
que, no esté con el teniente coronel presidente, es un “traidor y
cobarde”.

Un segundo aspecto, de la patria boba, a la patria de Chávez es el
personalismo que impera a imagen y semejanza de Chávez, quien una vez
desprestigiados los partidos políticos, huérfanos de ideas, programas
y de acciones, son franquicias personales que no convencen a los
ciudadanos abozalados por Chávez y otros, a la vera de Dios, no viendo
el día en que esta pesadilla (merecida por lo antes expuesto) termine
y para la que, no hay un proyecto de país como el expuesto por Bolívar
en el Congreso de Angostura de 1819, que le permitiera fundar a
Colombia, luego las propuesta de nación de Juan Germán Roscio, Fermín
Toro, Miguel José Sanz o el proyecto de Rómulo Betancourt y su
democracia policlasista


Bien podríamos entonces, definir a la patria de Chávez, como la de la
improvisación, corrupción, terror, inseguridad, forajismo y mucha
indolencia ciudadana con impredecible futuro, solo en manos de una
persona que ha declarado no dar “explicaciones a nadie en este
planeta” y con la tristeza de unos liderazgos que aspiran ganar una
elecciones legislativas, sin decir que van hacer luego, para
entusiasmar a los electores, lo que nos coloca de nuevo, en la “Patria
Boba” que tuvo que declararse defensora de los derecho de Fernando
VII, para atreverse a ser libres. Doscientos años de vida
republicana han pasado, solo 40 de ellos pueden calificarse de paz y
oportunidades, empañados por la corrupción, a la que Chávez ofreció
sancionar, hasta que descubriera que, por esa vía se garantizan
lealtades.
¿.Qué van hacer por Venezuela? Es lo que pareciera oírse de los
espíritus de aquellos, que vivieron la “Patria Boba”, sin duda que
creando conciencia cívica colectiva reinventado los partidos y para
ello, se requieren dirigentes de convicciones ética, en los asuntos de
Estado y no de convicciones negociadoras del “quítate tú, para ponerme
yo”

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