lunes, 4 de febrero de 2008

Picapedrero
De la Justicia nazista
la chavista

La Apertura del Año Judicial 2008, constituyó la definitiva postración del Tribunal Supremo de Justicia, al proyecto autocrático y totalitario del presidente Hugo Chávez Frías, en la persona del magistrado Francisco Carrasquero. En su discurso, no improvisado, más sí comprometedor y en tono plural, se cuestiona descaradamente a la vigente Constitución de 1999 y queda entre comillas “el Estado democrático y social de Derecho y de Justica” como principio axiológico del texto fundamental de la Bolivariana República, echándose en un cesto, el pensamiento constitucional del Libertador. Por supuesto no descubre el agua tibia el magistrado Carrasquero. Mucho antes, el nazista argentino Norberto Ceresole ya le había redactado al presidente Chávez Frías, una misiva a la antigua Corte Suprema de Justicia donde este les participaba: “Debo confirmar ante la honorabilísima Corte Suprema de Justicia el principio de la exclusividad presidencial en la conducción del Estado”. (Relea amiga y amigo que nos lee, tan contundente mensaje) eso no lo leyó la oposición ni fue respondido por los magistrados de entonces y a partir de allí, el sistema judicial es un apéndice del gobierno y por eso estamos, como estamos.

En ese sentido, el discurso del magistrado Carrasquero constituye a nuestro juicio, un “pre aviso” a la Constitución de 1999 al afirmar: “Que con constituciones rígidas y clausulas pétreas jamás tendremos un estado justo, humanitario y de igualación” con lo cual se agrade al texto constitucional con apenas 9 años de vigencia por “rígida” y al “servicio de dogmas utilitaristas” ¡Por favor! señor Carrasquero ¿quien propuso esa Constitución sino el mismo Chávez Frías? ¿ y quiénes la aprobaron sino los chavistas? ¿Dónde andaba el constitucionalista Carrasquero para que ahora desprecie la Constitución vigente de la República?
Por supuesto, que lo expuesto por el ciudadano Francisco Carrasquero, no es propio, se corresponde a esa decisiones entre gallos de media noche y hoja de coca, menos originales y para no citar a Maquiavelo, fue el jurista Carl Schmitt quien dictara los lineamientos teóricos del constitucionalismo de la Alemania nazista-hitleriana, sobre la base de que: “como todo otro orden, el orden legal se funda en una decisión y no en una norma” para lo cual: “el poder real se descubre en la situación de excepción”. Para tales efectos Schmitt, niega la normativa constitucional a favor de la “decisión política” en la persona del “Líder” y así lo expuso: “El Führer es el único llamado a distinguir entre enemigos y amigos. El Führer toma en serio las advertencias de la historia alemana lo que le da derecho y la fuerza necesaria para instaurar un nuevo Estado y un nuevo orden en virtud de las atribuciones de supremo juez que le competen, crea directamente el Derecho”. (Para ubicarnos en la Venezuela chavista, basta recordar el año 2007, cuando los magistrados del Tribunal Supremo en correspondencia a la Alemania hitleriana coreaban el ¡Uh ah, uh ah, Chávez no se va!)
El “decisionismo” fue el término que Schmitt acuñó para justificar la vitalicia jefatura de Hitler en el poder. Tesis esta que viene como anillo al dedo a las pretensiones totalitarias y autócratas de Hugo Chávez Frías y quien una vez derrotada su reforma constitucional, pretende ahora con la Ley Habilitante, plagada de inconstitucionalidad, imponerla mediante Decretos-Leyes que la Sala Constitucional avalaría, con la tesis del nazista de Carl Schmitt, que plagiadamente Francisco Carrasquero, en su comentado discurso dice que: “el constitucionalismo moderno no nos da la opción en la actividad jurisdiccional” agregando: “La creación del derecho por parte del tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales deben constituir factor de cambio social al permitir la continuidad transformadora del proyecto en cuestión (léase el chavista) sosteniendo al final que, la “rigidez constitucional y los principios sostenidos pero trastocados de la democracia representativa han servido de dogmas utilitaristas a los `políticos para mantener criterios pretéritos sobre el derecho constitucional.”
Como se podrá apreciar, es muy grave lo que está planteado, de acuerdo al discurso del magistrado Carrasquero, sumado ya, a las interpretaciones jurídicas del gobierno chavista, que no es otra cosa que, un asalto al poder con marramuncias legales y constitucionales muchas veces denunciadas por Instituciones y destacados juristas que se resume, en un Editorial del Diario El Universal de fecha 25.07.05: “Subordinar la justicia a una determinada ideológica, restándole autonomía y eficacia es colocar la locomotora fuere de los rieles, dejando los vagones indefensos y abandonados”.
Vistas así las cosas, no esperemos a que se materialicen las intenciones chavistas y peor aún, por estar nuestros políticos matándose por quien es gobernador, alcalde o diputado, para destruir definitivamente a Venezuela.
Jorge Ramos Guerra
ardive@gamil.com

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