miércoles, 22 de julio de 2009

Picapedrero


Nunca más
Lili Marleen
Al profesor Rubén Díaz Castañeda

Cuando nosotros leímos “Pueblo, Caudillo y Ejército” especie de libreto político para Hugo Chávez Frías, escrito por el sociólogo nazis y fascista argentino, Norberto Ceresole, no solo de plena vigencia sino fielmente ejecutado por Chávez, entre otros propósito, el de convertir a Venezuela en un cuartel, para desestabilizar a la América y así destruir al imperialismo en alianza con Irán, nos imaginamos en seguida que marcharíamos hacia un régimen calcado sobre las bases del nazismo. Desde entonces no hemos dejado de leer todo, cuanto tuvo que ver con ello y lo último que encontramos, ha sido la novela histórica del trujillano David Alizo, “Nunca más Lili Marleen” que trata de la vida de un oficial nazis, Martín Fuchs, acusado como criminal de guerra en el proceso de Núremberg y quien logra escapar a Venezuela, domiciliándose en el pueblo de la Mesa de Esnujaque (Trujillo) bajo el nombre de Helmut Braune, donde un joven encuentra en una revista, la fotografía de unos nazis, con tal parecido al señor Helmut Braune, que le lleva a investigar y poner al descubierto al criminal de guerra Martín Fuch, hasta logra que la justicia le persiga, con la mala suerte que, Fuchs es asesinado en Caracas por el hampa común. La novela de Alizo aparece, justo cuando Venezuela atraviesa los caminos políticos del proyecto personalista del teniente coronel ® Hugo Chávez Frías, siguiendo los pasos del oscuro cabo, Adolf Hitler, quien aprovechándose del resentimiento alemán y su crisis económica, se presentó como el restaurador de la otrora Alemania, haciéndose del poder por vías democráticas, con las cuales no solo destruyo a la alemana, sino que regó con sangre su proyecto expansionista por el mundo, con el asesinato de millones de personas que dé cuenta la historia, de lo que se es capaz, cuando un pueblo ciego, se entrega a los encantadores de serpientes.

La historia de Alizo se inicia en un viejo Hotel, ubicado en la Mesa de Esnujaque donde siempre hay amenas conversaciones entre amigos y estaba el señor Helmut Braun. Efectivamente Martín Fuch, su verdadero nombre, fue de los criminales nazis que lograron escapar a través de una RED (ODESSA) que opero en América e incluso en Venezuela. En la novela, se revelan reuniones de nazis en Barquisimeto y hoy recuerdo que conocí al capitán nazi Jorge Blum, ya fallecido y dedicado a la reparación de radios, por supuesto que aquello no nos intereso en su momento. Martín Fuch, era solicitado y acusado por el asesinato del ciudadano alemán Arthur Hildebrand. Martín Fuch, fue a sus inicios de la Juventud hitleriana y al ingresar a la temible SS, juró por Hitler “obediencia hasta la muerte, a ti (Hitler) y a los superiores por ti designados”. Fuch, permitió la eutanasia a un hijo, por decisión del Tribunal de Salud Hereditaria y a tenor, de lo dispuesto en la “Ley de Protección de la Sangre y el Honor Alemán.” De las investigaciones, el personaje de Alizo da cuenta a la inteligencia israelí y esta le puso en contacto con la señora Carlota Hildebrand y su hija Kristina, esposa e hija del asesinado Arthur Hildebrand, quienes vinieron a Caracas. ¿El por qué Lili Marleen? Se trata de una canción compuesta por el soldado alemán Hans Leip, el año 1883 y hecha famosa en todos los frentes, durante la segunda guerra mundial por la cantante Miriam Dieterich:

/Bajo la linterna, frente a mi cuartel /se que tú me esperas, mi duce amado bien/ y tu corazón al susurrar, /bajo el farol, latiendo esta/ Lili...Mi luz de fe/ Eres tú Lili Marleen/

Recrearnos en esta novela, es retratarnos en la Venezuela de Hugo Chávez, con la diferencia que los nazis, creían filosóficamente en la superioridad de su raza y pusieron toda la inteligencia alemana a su servicio. Chávez no es más que un psicópata, resentido y creído primero, por unos ciudadanos que confiaron en él y luego, por unos forajidos que le hacen ver como un “libertador” mientras asaltan a la administración pública. Como en los tiempos de Martín Fuch, la Fiscalía está al servicio “exclusivo” de lo que Chávez” ordene para criminalizar a todo aquel que disienta de él, o “les eche a perder con denuncias, los negocios de sus funcionarios” ¿O es que usted cree, que esa reacciones hormonales de Rafael Ramírez y el “ministro de los ojitos bellos” como le dice Chávez a Diosdado, no son consecuencias de ver a la justicia detrás de sus espaldas?

Los generales nazis hicieron de la suyas en tiempo del Tercer Reich, aquellos más cultos, robaban museos, obras de arte, bibliotecas enteras, oro, etc. Este gobierno chavista, autocrático, militarista y ligado a la narcoguerrilla colombiana, ahora latinoamericana, en nombre de Bolívar, se ha cogido todos los bolívares y en nombre de una inexistente “oligarquía” que venden al pueblo como grupos de millonarios, cuando su palabra traduce “gobierno de unos pocos”, encuadra más en la familia chavista que en otra cosa: Los Chávez Frías, los Ramírez, los Cabellos, los Rangel, padre e hijo, (el abuelo de este, fue condenado por ladrón al erario público) ¿Es mentira, José Vicente? Y agreguemos a ello, a los industriales, banqueros y comerciantes que han hecho su agosto, con el ¡uh ah, Chávez no se va!

Pues bien, la Alemania nazista desde su comienzo hasta su decadencia, es lo más parecido a la Venezuela chavista. “Nunca más Lili Marleen” es la novela testamentaria de David Alizo, cuando Chávez prepara las mismas leyes de la Alemania nazis, control de los medios de comunicación sobre la base de los Principios de simplificación y del enemigo único de Joseph Goebbels, “Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un enemigo común” para que por ejemplo, no se divulguen los negocios de los chavista. Educación en manos de los cubanos para que, solo aprendan un solo pensamiento, porque será prohibido pensar, leer poemas, escribir. Todo esto lo sabe el mundo. No culpemos de ello, a ese “bacanal” que llaman la “OEA” y a su “pendejo” Secretario General, como le dice Chávez, menos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a quien ya la había mandado “pá el zipote”, tampoco a los militares honestos, en todo caso, más culpables son algunos políticos deshonestos y quienes por el pan de hoy, le ofrecerán mañana, hambre a sus hijos y nietos al quitarnos la libertad, con las Instituciones pública en manos de mediocres.

Jorge Ramos Guerra
ardive@gamil.com

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